Para que la patria disfrute del conocimiento de todos sus hijos

Por: Ramón Antonio Veras

 I.- Se les escaparon al sistema

1.- Nuestro país cuenta hoy con hombres y mujeres que, desde el lugar que ocupan en el seno de la sociedad, han hecho significativos aportes, contribuyendo al desarrollo cultural, económico e institucional.

2.- Uno de los jueces más talentosos y laboriosos, que ha tenido la Suprema Corte de Justicia, es hijo de un señor que levantó su familia desempeñando labores como sirviente de restaurante.

3.- Una señora madre, soltera, que laboró como despalilladora de hojas de tabaco, parió, formó y desarrolló, a un hoy distinguido magistrado del Tribunal Constitucional.

4.- Un joven, profesional del derecho, que ahora se desempeña como alto funcionario del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. (MESCYT), es hijo de un señor muy respetado en la comunidad santiaguera, que se ganó el sustento suyo y de su familia, lustrando zapatos, en el parque Duarte en Santiago.

5.- Uno de los empresarios más exitosos de la República Dominicana, proviene de un hogar hecho con base en el esfuerzo mancomunado de sus humildes padres, que entregaron a la sociedad dominicana toda una prole que goza del respeto y consideración de sus conciudadanos.

6.- Una brillante magistrada de Santiago, ejemplo de capacidad y sentido de justicia, tiene su origen social en un hogar dirigido y mantenido por su progenitora, que tenía como oficio costurera.

7.- Dos jovencitos de Santiago, que en la niñez fuimos vendedores de periódicos y limpiabotas, hijos de madres trabajadoras domésticas a domicilio, en el año 1961, nos marchamos a la ciudad capital y nos inscribimos en la única universidad de la época en el país, en la facultad de derecho y de medicina. En el año 1967, resultamos investidos como doctor en derecho y médico, con calificaciones por encima del 97 por ciento.

II.- El sistema impide, a los pobres, que con su talento aporten al país

 8.- Las personas a las cuales hemos hecho referencia e identificamos como parte de los que nos escapamos del sistema porque logramos, con el sacrificio de nuestros padres y el esfuerzo propio, salir del cerco de los atrapados sistémicos.

9.- La presencia en nuestro medio de mujeres y hombres que evadieron la valla que les pone el statu quo, prueba que son millones los que no logran sortear la situación y escabullirse.

10.- Sería bueno que aquellas personas que tienen algo de sensibilidad, se hicieran la pregunta de, cuántos niños y niñas de nuestro país, hijos de padres marginados sociales, logran ir a los centros universitarios y concluir sus estudios.

11.- Cada año, cuántos niños y niñas, se ven impedidos de inscribirse en una universidad, privando al país de un futuro médico, agrónomo o educador.

12.- El brillante juez de la Suprema Corte de Justicia, hijo de un mozo, el ejemplar juez del Tribunal Constitucional, descendiente de una despalilladora, el abogado funcionario del (MESCYT), hijo de un limpiabotas; el destacado empresario, hijo de padres humildes,  los dos jóvenes laureados  hijos de domésticas a domicilio,  y la magistrada, hija de una costurera, y otros escapados del sistema, son prototipos de la minoría de niñitos y niñitas, que hoy andan por ahí, con sus barrigas llenas de lombrices, y sin poder tener acceso a una universidad, pero que bien pudieron ser la muestra de ciudadanas y ciudadanos que por su talento engrandecen a nuestro país.

13.- Es un crimen contra el presente y el porvenir de nuestra patria, quitarle la posibilidad de contar mañana con un gran galeno, una excelente cientista, un destacado físico nuclear o una mujer dedicada a la investigación.

14.- Hacerle imposible la educación a la niñez que nace en los hogares pobres, es marchitar la esperanza y abrirle un espacio a la delincuencia, a la drogadicción y al crimen organizado.

15.- No es cuestión de privilegiar, ni otorgarles ventajas a los hijos de los que comen a veces. Lo que hay que hacer es proceder con sentido humano y lo que conviene al país ahora y en el mañana.

16.- La infinidad de niñas y niños, impedidos de una formación educativa de calidad y alcanzar un grado universitario, tiene una explicación que hay que buscarla en el sistema social que padecemos, y no en cuestiones que encierran misterios.

Ideas finales

17.- El caldo de cultivo donde se fragua el crimen que despoja a nuestro país, de entes sociales académicos altamente preparados, es la forma injusta, la desigualdad de oportunidades que lesiona, bloquea a la mayoría de la población pobre, a tener acceso a la educación, al conocimiento.

18.- No es recurrir al populismo, poner la educación en sus distintos grados al alcance y disposición de todas y de todos los integrantes de la sociedad, sin ninguna clase de distinción.

19.- El hecho de dominicanas y dominicanos, ejercer su derecho a estudiar, a llegar hasta donde les permita su capacidad intelectual, no es privilegiarlos, ni concederles exclusividades, sino un acto de justicia.

20.- La manera como está organizada la sociedad dominicana, en el orden económico y social, constituye una traba, un obstáculo para el desarrollo integral del ser humano, a la vez que favorece el progreso social y cultural de una minoría, sacrificando a la mayoría de la población.

21.- Corresponde a las dominicanas y a los dominicanos, con sensibilidad y vocación democrática, luchar para hacer posible que la educación esté, sin limitación alguna, a disposición y alcance de todas y todos los descendientes, hijos de los que con su trabajo han hecho y hacen aporte, material y espiritual, para el avance de la sociedad dominicana.

22.- Por último, estamos plenamente convencidos, y es de justicia, que la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, está en condiciones de otorgar un mínimo de un mil becas, a mil estudiantes pobres, meritorios, provenientes de escuelas públicas.