Poca valoración de la mujer en el ámbito político

Por Wendy Carrasco
Es lamentable que en pleno siglo XXI, la República Dominicana sea vista por países y organizaciones internacionales como un referente en cuanto a la leve participación o valoración de la mujer en el accionar político.
La participación ciudadana en la gestión pública implica un proceso de construcción social de las políticas públicas. Es un derecho, una responsabilidad y un complemento de los mecanismos tradicionales de representación política, cita la Carta Iberoamericana de Participación Ciudadana en la Gestión Pública, (2009).
En la celebración de las elecciones congresuales y municipales del 2020, se vivió un fenómeno y es que, según estadística de la Junta Central Electoral (JCE), se evidenció una baja en la ostentación de cargos políticos en función de la mujer como por ejemplo: las diputaciones, senadurías, alcaldías, vicealcaldìas y regidurías, y un porcentaje menor con relación a su participación en otros períodos.
Fueron pocas las mujeres que pudieron salir victoriosas en ese “mar revuelto” de la contienda electoral, y precisamente, es lo que se quisiera evitar en las próximas elecciones congresuales y municipales del 2024.
Resulta un tanto confuso y aterrador que en la mayoría de las instituciones académicas y universidades público y privadas del país, se observa que la matrícula estudiantil mayoritaria está conformada por mujeres de todas las edades, preocupadas por ser profesional o aprender algún oficio que les permita ser ente productivo tanto para sus familias como su propio bienestar.
Sin embargo, cuando nos vamos al plano político y vemos la baja en la cuota femenina, el panorama se vuelve sombrío, y es que, el problema radica en las leyes dominicanas y en las modificaciones de los estatutos partidarios, en busca de una mayor presencia y valoración del rol de la mujer líder.
Es un tema de equidad que se vive en los hogares dominicanos donde predomina un machismo arraigado y se evidencia también en las urnas a la hora de elegir nuestras autoridades de gobierno.
La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) con oficina en República Dominicana, y la Unión de Mujeres municipalistas Dominicana (UNMUNDO), entre organizaciones, unen esfuerzos en demandas de cambios que den un giro positivo al involucramiento de la mujer en la vida política y toma de decisiones importantes en las cámaras legislativas.
Para ello, se debe primero, investigar las causas de fondo que producen este tendencia a la baja de la cuota femenina en la actividad política dominicana, y segundo, comenzar a propiciar cambios que favorezcan un balance o equidad entre ambos géneros.