2015: Santiago, Gilberto Serulle, hechos y buenos deseos

Por Fernando Peña

Hoy en día no se concibe que un alcalde solo se preocupe por recoger basura y adornar parques, su agenda de ciudad involucra el que la población pueda acceder más fácilmente a los servicios colectivos, reducción de las condiciones materiales de existencias de los ciudadanos, intervenciones viales, atención a los más pobres, etc.

Fernando Peña
Fernando Peña

Sabemos que la reducción de la desigualdad en un país depende de las políticas nacionales para la distribución de la riqueza. Pero un alcalde, y Gilberto Serulle lo ha demostrado, tiene la posibilidad de planear y ejecutar acciones que benefician a los pobres, a la ciudad en sentido general.

Serulle ha desarrollado proyectos que permiten la reconstrucción del tejido social de Santiago, la ciudad ha estado socialmente desgarrada y carente de oportunidades económicas por la falta de políticas que de manera legítima promuevan el progreso.

Los proyectos como las intervenciones de cañadas y construcción de apartamentos que han puesto a vivir en dignidad a cientos de familias, la plaza del buhonero que limpio el centro de la ciudad, las intervenciones viales, la construcción de decenas de casas club y la asistencia a las diferentes asociaciones y colegios de profesionales, demuestran que es positivo y viable trabajar de la mano con las autoridades y la sociedad para poder llegar a una verdadera transformación.

Lo que ha hecho Gilberto Serulle desde el Gobierno Municipal es un ejemplo palpable exitoso de los beneficios que deja cuando las ciudades deciden reescribir su historia.

Sin duda lo más apreciable del trabajo de Gilberto es la certidumbre de que esta ciudad de Santiago puede funcionar de una mejor manera.

Es lamentable que el proyecto lineal del rio yaque no se le dejara desarrollar por autoridades incompetentes y por terroristas ecológicos, es ilógico que una ciudad fundada en un rio o a su orilla se esté quedando sin agua, absurdo que no se permita su rescate e integrar esa parta histórica del rio, de la ciudad a su gente a sus ciudadanos.

Gilberto Serulle llegó a la alcaldía de Santiago y propuso, decidió empezar a hacer las cosas de manera distinta, de manera conjunta, con el único fin de impulsar una ciudad que dignifique a sus habitantes.

Y lo ha logrado, a pesar de las críticas politiqueras y la sinrazón de algunos sectores.

El alcalde de Santiago nos has dado un esbozo de la utopía que perseguimos los ciudadanos, y nos ha mostrado que con la integración de la gente a la solución de sus condición de vida cualquiera pueda volverse un agente de cambio.

Cientos de familias que vivían en condiciones infrahumanas, en cañadas, sobre las heces fecales, ha expensa del mal tiempo, han visto cambiar sus vidas, hoy tienen modernos apartamentos, y su voluntad e integración ha sido fundamental en ese cambio posible.

Y los proyectos que se iniciarán en enero, los proyectos que vienen, con el apoyo del sector privado nacional e internacional serán solo un primer paso para llegar a una ciudad más coherente y sana, donde se reduzca la exclusión social, que  apuesta por la constante mejora y los proyectos con grandes oportunidades de futuro.

Ahora llegará a Santiago no solo una gran transformación urbanística, sino importantes inversiones públicas y grandes oportunidades para la iniciativa privada.

Los proyectos que tiene en marcha actualmente Gilberto Serulle, y los que se empezarán en breve configuran a la ciudad de Santiago del siglo XXI, donde la logística, la internacionalización, la accesibilidad, el desarrollo tecnológico, la creatividad, el diseño y la investigación marcan las líneas estratégicas, sin olvidar otros proyectos que apuestan por espacios con usos diversos, la cohesión social y la sostenibilidad.

No son solo palabras, son hechos en las que estamos seguros que en Santiago va a haber más riqueza para redistribuir, y los pobres,  es un hecho palpable, van a tener más posibilidades de integrarse y ser incluidos.

Sin lugar a dudas ha sido un sexenio fructífero para Santiago, un nuevo año 2016 que llega cargado de proyectos realizados y de utopías claramente posible de ejecutar.

El autor es periodista