Yo estaba equivocado

Por Domingo Caba Ramos

Pensaba, y así lo había dicho más de una vez, que los dominicanos, en su gran mayoría, no leen. Me equivoqué. El «Manual de la chapiadora» se agotó en menos de una semana. Y aquellos que no pudieron adquirirlo, dejaron sus nombres registrados en listas de espera. Es posible que su autora haya que colocarla en el mismo pedestal de Cervantes, García Márquez, Saramago, Rulfo, Juan Bosch, Manuel del Cabral, Vargas Llosa, Pedro Mir, Rubén Darío, Isabel Allende, Aída Cartagena y otros preclaros representantes de la literatura dominicana, hispanoamericana y universal. Tan sorprendente acontecimiento editorial retrata de manera fehaciente el gusto de nuestra gente por todo lo que sea light, vacío, insustancial, farandulero o carente de valor y trascendencia.