Pedro Jiménez
Redacción/Caribbean Digital
SANTIAGO, República Dominicana.-La Unión Nacional de Trabajadores de Zonas Francas, realizó este martes un piquete en las instalaciones de la Zona Franca Industrial para demandar un reajuste salarial de un 50 por ciento y el cese de la represión laboral.
Los trabajadores se concentraron en la explanada frontal del parque industrial Víctor Espaillat Mera, con pancartas y vociferando consignas en reclamo a las mejoras salariales, así como a la libertad sindical.
En la actividad habló el secretario general de la Confederación Autónoma Sindical Clasista, Gabriel del Rio Doñé, quien criticó el estado de miseria en que viven los trabajadores de ese importante sector fabril de la Republica Dominicana.
“Estamos concentrados en esta explanada frontal de la zona franca de Santiago, junto a los trabajadores de UNATRAZONAS, demandando un justo aumento general de salario, y que a los obreros se les permita organizarse en los sindicatos, para reclamar los derechos que legalmente les pertenecen “ indico el dirigente sindical.
Precisó que a los trabajadores deben de permitirles organizarse, ya que se están violentando los convenios 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), convenios estos, que según dijo, están siendo violados por los patronos.
Indicó que los empresarios de zonas francas se niegan a que los trabajadores se organicen, para continuar la represión de los obreros que quieren crecer organizándose en los sindicatos, tal y como lo manda el Código de Trabajo.
“ A estos trabajadores se les violan sus derechos y se les recarga el trabajo que realizan, en una clara evidencia de violación a las leyes laborales, y eso no lo vamos a seguir permitiendo “ argumento Del Rio Doñe.
En la actividad, también hablo Carlos Manuel Reyes, dirigente de UNATRAZONAS-CASC, quien dijo que esa institución es la unica entidad autentica, ya que aglutina a la gran mayoría de trabajadores del sector.
El piquete en la explanada frontal del parque industrial de Zona Franca de Santiago, estuvo estrechamente vigilado por agentes policiales, así como oficiales de aduana del emporio industrial fuertemente armados, lo que fue condenado por los trabajadores participantes en la actividad.