Una propedéutica para la nación.

Miguel Ángel Severino

Especial/Caribbean Digital

Si bien es cierto que al Estado dominicano le faltan tres décadas para arribar a su segundo centenario de vida republicana, con altos y bajos, no es menos cierto que nuestra vida democrática, joven, padece de quebrantos y de un distonía endémica en términos histórico desde su propia perspectiva institucional, por demás.

Sede del Palacio Nacional de la República Dominicana. Archivo.

Nuestro subdesarrollo es plural, horizontal y de carácter musgoniano y mustiano, toda vez que no hemos podido alzar vuelo, hacia y el estadio del desarrollo como  pueblo, y como nación, de entrada al  siglo XXI y ante las narices del proceso de crecimiento y complejidad experimentado, a nivel  nacional e internacional, por el sector público, el sector privado, el mercado,  la ciencia, la tecnología, y las teorías (de sistemas) vinculadas a las finanzas y a la propia administración pública, en sentido general.

Por un lado, la deuda social del Estado y los gobiernos dominicanos (para con el pueblo) es enorme, lo que ha provocado un pasivo, publico, que ha hecho de la nación una empresa en bancarrota (en términos de déficits presupuestarios), con un aparato productivo rezagado y afectado por el incremento del costo de los factores de producción de los bienes y servicios, de factura local, lo que a su vez reduce la capacidad de generación de riquezas, divisas, y empleos productivos.

La escasa creación de empleos productivos conduce a  una contracción del consumo, factor estratégico de la cadena de riqueza, bienestar, desarrollo y el progreso individual y corporativo, tan anhelado como esperado.

La situación precedente,  unida al hecho de que el Estado ha dejado de recibir más de 500 mil millones por concepto de erosión tributaria, durante las últimas dos décadas, es harto reveladora de que estamos ante una crisis política y administrativa (integral) del sistema de gestión de finanzas publicas, y del propio aparato burocrático del Estado y del modelo de liderazgo político partidario de la nación…

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Tal parece que el país no avanza, como nación, en la dirección deseada.

Es indudable, por lo tano, que tal parece que estamos ante un reto y un desafío sin precedentes en la historia republicana dominicana.

Pero, aun nos  queda por referir la problemática de la inseguridad ciudadana, jurídica, patrimonial y de mercado,  la inversión  de valores como consecuencia de  la abstinencia moral ciudadana que afecta a amplios sectores de la vida nacional, y las cada vez más abundantes denuncias actos de corrupción pública, entre otros.

Ante esta situación que (¿?) hacer de cara a enfrentar, con energías y con aciertos, los retos y desafíos del presente..

Se nos ocurre, entre otras cosas, sugerir lo siguiente:

Crear una escuela nacional de formación, propedéutica, con rango universitario (con carácter obligatorio) para forjar el liderazgo gremial, laboral, comunitario, comercial, empresarial, industrial, cultural, deportivo, legislativo, municipal, político partidario, administrativo, con un perfil centrado en valores morales, ciudadanos, acorde con los paradigmas de la sociedad del siglo XXI.

La referida escuela ha de modelar un programa propedéutico en teoría política (partidaria), finanzas publicas, gestión del desarrollo, derecho constitucional, formación de leyes, administración municipal, formulación de proyectos de inversiones, ética pública y moral ciudadana, entre otras asignaturas a considerar a los propósitos de formar y construir una nueva sociedad gobernante, comprometida con alcanzar en el corto y mediano plazo el tan anhelado y esperado proceso integral de desarrollo del país.

El curso superior  de  propedéutica, de carácter obligatorio, en teoría política y gestión del desarrollo, ha de tener una duración no menor de dos anos académicos, dirigido a los consejos directivos de los clubes,  asociaciones,  federaciones, la alta dirección política partidaria, el alto mando militar y policial, los diáconos, pastores, obispos, y la alta jerarquía de la iglesia católica y protestante, entre otros sectores y entidades de carácter público, privado, con o sin fines de lucro.

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Una comisión integrada por las universidades del país, el consejo nacional de la empresa privada, los gremios de profesionales, el  liderazgo laboral, la iglesia (católica y protestante), los clubes, los partidos, el congreso y la federación dominicana de municipios deberán presentar, a la nación, un proyecto de Ley para instituir el sistema propedéutico de gestión del liderazgo social, político, e institucional del país en un plazo no mayor de seis (meses), a fin de que pueda entrar en funciones para enero del 2012.

De esta manera el país daría un salto cualitativo en el marco de  las expectativas y reclamos de la sociedad del siglo  XXI que reclama, voz en cuello,  los cambios de paradigmas, modelos y un conjunto de valores  éticos y morales, con el deliberado propósito de correr tras el derrotero y hacia el  estadio del desarrollo participativo e incluyente de toda la nacional en su conjunto.

Nos urge, como nación, construir el nuevo modelo y la propia arquitectura funcional, organizacional, gerencial y operativa institucional del país, de cara a la sociedad contestaría y del conocimiento, del siglo XXI.

Una propedéutica para la nación, es nuestro próximo desafío como sociedad…

Miguel Ángel Severino

escritor y poeta…

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