Una parte importante de mi vida (II)

José Alfredo Espinal

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 SANTIAGO, República Dominicana.- Aquella vez, en 1998, llegué a la ciudad de Santiago de los Caballeros.

Tenía el sueño de estudiar, pero realmente no estaba completamente seguro qué habría de hacer. Quería ser ingeniero agrónomo en principio, pero de repente, todo cambió. Me inscribí en la carrera de Comunicación Social en la Universidad Tecnológica de Santiago (Utesa).

Recuerdo que mi primer empleo en la ciudad corazón fue en una zona franca propiedad del empresario José Clase, en el sector Gurabo, en la zona norte de este municipio.  Este tipo de industria era la principal fuente de empleo para la época

Conjuntamente con el trabajo, inicié un curso de mecánico de máquina de coser en el Infotep. Lo terminé, pero nunca ejercí.  Luego, en 1999, inicié la carrera de Comunicación, mención periodismo. Pagaba cerca de 300 pesos al mes y me era casi imposible continuar estudiando. Recuerdo que las clases, en su mayoría de las veces, se impartían los sábados.  Yo laboraba en zona franca, y por tal motivo, pedí el sábado para estudiar, pero con el compromiso que debía regresar en la noche para amanecer y compensar las horas del día.

No fue fácil, lo admito.

Había días de clases muy hostiles. No tenía suficiente dinero, agotado por un lado y con hambre por el otro.

Para la época tenía 19 años. En la zona franca laboraba en horario vespertino y nocturno. Estaba libre en las mañanas y aprovechaba el tiempo para estudiar inglés.

Llevaba al mismo tiempo los estudios de la universidad y la lengua extranjera.

Al transcurrir el tiempo, en un abrir y cerrar de ojos, me tocó vivir una grave crisis. Quedé desempleado. El calvario llegó a mi vida nuevamente. Abandoné los estudios de inglés y más tarde también tuve que frenar la universidad.

Posteriormente, volví a la zona franca y regresé a la universidad. En ese proceso educativo cambié de trabajo varias veces por diversos motivos. Trabajé en una funeraria, en una estación de combustible y en una pizzería como repartidor.

Sé quien soy, sé de dónde vengo y hacia dónde voy. A pesar de las circunstancias nunca tiré la toalla.

 La historia continuará…

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