Un alerta a Miguel Vargas

Por Fernando Peña

La sociedad dominicana de hoy en días se mantiene relativamente estable y encara procesos de cambio controlado, el problema histórico del PRD es su estancamiento a los procesos de mutación de la sociedad.

Miguel Vargas
Miguel Vargas

Hoy en día nuestra población es joven, el 70 por ciento de nuestros ciudadanos son de la décadas del 80, poco saben o le interesa saber de la tiranía de Trujillo, o de los doce años de Balaguer.

Alarmante es observan cómo se crea un nuevo partido (PRM) donde sus actores y líderes son hombres y mujeres de 70 y ochenta años.

La política se nutre de realidades y la política se hace con personas, los intereses del partido y de sus líderes tienen que estar acorde con los intereses, inquietudes de esos ciudadanos. Que lamentablemente no siempre serán los más justos…los más dignos, pero que en definitiva  dan el poder, te acercan a las masas…

El PLD con su pacto con Joaquín Balaguer se nutrió de esa realidad y entendió el cambio que vivía, y se acercaba cada día más al mundo y la sociedad dominicana.

Esos mismos que se fueron del PRD y crearon al PRM han vivido de espalda a la realidad, su pensamiento y acción política es anquilosada en los años 70 y 80.

Fueron los mismos que impidieron que Pena Gómez llegara al Poder, que pactara el dos y dos con el viejo caudillo reformista ante la crisis generada en aquel proceso electoral del 94.

Ahora se quiere reducir la política a satanizar al PLD y sus gobiernos, vuelven a actuar igual que esos años, ingenuo reducir los actores a «los buenos versus los malos».

El momento es de unidad y cambio, de asumir compromisos entre los comprometidos con una visión de cambio, de unidad de propósito, de gobierno de unidad, de asumir un Plan de Nación.

Si el PRM no quiere entenderlo, si creen que solo pueden hacerlo, si asumen que suman victoria con grupos y organizaciones sin representación ni historia, allá ellos.

Ahora, la responsabilidad histórica del PRD es proponer unidad en torno a su programa y concepto de la política moderna y la sociedad actual dominicana. ¡Sin exclusión!

Presentarle al país boletas a cargos electivos, que van desde la Presidencia de la República, los gobiernos municipales,  los escaños en el Congreso Nacional que sean verdadera representación del pueblo, del partido blanco y la sociedad civil.

El PRD debe asumir y comprometerse con soluciones democráticas con sentido de responsabilidad,  la política se nutre de realidades y la política se hace con personas, es de tonto e ingenuo reducir los actores a » buenos y los malos».

Como partido, como políticos, como dirigentes modernos el PRD tendrá que someterse a condicionamientos, dependencias, tendrá un precios que pagar pero hay necesidades sociales, colectivas e individuales que satisfacer.  Y solo ningún partido, por más que diga que pertenece al reino angelical, podrá conjurar.

El PRD para alcanzar esos objetivos debe establecer toda una coalición de voluntades, el único adversario a elegir es el que se oponga a la llegada al gobierno, al poder, con un alto sentido de responsabilidad social y político.

La política es elección, y la elección del PRD dirigido por Miguel Vargas es la toma del Poder sin ser  excluyente, porque si se es excluyente camina el lugar trágico e inevitable de  la derrota.

El PRD de ahora, con toda su historia, moderno y actualizado es de vocación de Poder…

La clave, el objetivo es ganar, ser exitoso, el adversario de hoy puede ser el mejor aliado del mañana, aquí no hay resentimientos ni rencor, en el PRD de hoy lo que hay es amor, hermandad, hacia el objetivo de llegar con una gran coalición al Poder, al gobierno y poner primero a la gente y concretizar los sueños de Pena Gómez, de Juan Bosch y de nuestros grandes próceres dominicanos.

Esté alerta Miguel Vargas, porque pese a los vaivenes de la clase política dominicana, usted se ha colocado en el transito correcto de los cambios que requieren los partidos, de los cambios estructurales en beneficio del país.

Usted sabe que al poder, en estos días se lo advierte y palpa como una realidad cotidiana, positiva o negativa, pero real, casi existencia!.

 El “hombre común”, pero mucho más aun el hombre situado sabe lo que significa y cuánto valen los gobiernos, el Estado tangible para los derechos y deberes, para la suerte individual y familiar, para el destino profesional, cultural y político.

El reclamo es esa vocación de Poder, llegar al gobierno, asumir responsabilidades de poderes, es un clamor como si fuera un servicio espiritual de urgencia, porque desde el Poder es que se puede apear injusticia…

El autor es periodista