UE y Reino Unido logran acuerdo sobre Belfast

Caribbean Digital

Londres, Reino Unido (AFP).- El Reino Unido y la Unión Europea (UE) proclamaron ayer lunes “un nuevo capítulo” en su relación bilateral, tras cerrar un esperado acuerdo sobre controles comerciales en la provincia británica de Irlanda del Norte.

Después de meses de tensión y de arduas negociaciones, el primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunciaron el acuerdo en una conferencia de prensa en Windsor, al oeste de Londres.

“Es el comienzo de un nuevo capítulo en nuestras relaciones”, dijo Sunak. “El Reino Unido y la UE han tenido tal vez sus diferencias en el pasado, pero somos aliados, socios comerciales y amigos”, enfatizó.

“Lo que hemos acordado hoy es histórico”, abundó Von der Leyen, quien habló también de un “nuevo capítulo” en la relación entre Bruselas y Londres antes de reunirse en Windsor con el rey Carlos III.

Rishi Sunak explicó que el nuevo acuerdo aligera notablemente la aduana que se había levantado de facto en el mar de Irlanda para proteger el mercado único europeo en la provincia británica después del Brexit.

En virtud del nuevo pacto, sólo las mercancías susceptibles de ir hasta la vecina República de Irlanda, es decir al mercado único de la UE, serán sometidas a controles. Para los productos destinados solamente a Irlanda del Norte habrá vía libre.

El acuerdo “mejorará la prosperidad tanto de la Unión Europea como de Reino Unido”, reaccionó el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby. El presidente francés, Emmanuel Macron, declaró por su parte que el pacto “protegerá nuestro mercado interior europeo”.

Un protocolo polemico

El acuerdo anunciado ayer modifica el llamado protocolo norirlandés, firmado en enero de 2020 como parte del Brexit.

El texto mantenía a Irlanda del Norte dentro del mercado único europeo de bienes, y disponía controles aduaneros a los productos que llegaban a esta provincia británica procedentes del resto del Reino Unido.

Su objetivo era evitar una frontera terrestre “dura” entre la provincia británica y la República de Irlanda, miembro de la UE.