Sorprendente actitud…

Domingo Hernández

Recièn en agosto pasado los Piratas de Pittsburgh dejaron en libertad al dominicano Gregory Polanco.

Se recuerda que Polanco desde sus inicios descollò como un prospecto de lujo, tras  brillar en las ligas menores con los Piratas.

De hecho, su extraordinario potencial, motivò que ese conjunto le diera un contrato de cinco años y 35 millones de dólares, a partir del 2017.

El nativo de Santo Domingo, incluso, no defraudò ya que  en sus primeros años con los Piratas, fue parte de los buenos momentos de la organización, a la que, con sus aportes,ayudò a llegar  a la postemporada en varias ocasiones.

Sin embargo, esta franquicia desde hace unos dos años, iniciò un proceso de reestructuración. Ello se unió a una baja en la producción del dominicano y al alto salario que devengaba de 11.6 millones de dólares por esta temporada.

Ciertamente, Polanco, que necesitaba producir y concretizar una buena campaña, en razón de que estaba en su último año de contrato, no pudo hacerlo al nivel  esperado, pues apenas terminò bateando para 208 de promedio, con 11 jonrones y 35 carreras impulsadas. Ello explica la decisión tomada por la gerencia del citado club.

Ante esta situación, Polanco ha quedado sin trabajo en las Mayores. Entonces se entiende que una buena decisión de su parte, sería jugar bèisbol invernal con los Leones del Escogido, equipo al que pertenece en la Liga Dominicana.

No obstante, sorprende el hecho de que, según informes periodísticos, Polanco haya dicho que no jugarà en la pelota invernal.

De ser asì, desconocemos las razones que tendría el quisqueyano para asumir esa actitud, quien, es oportuno señalar, en una ocasión llegó a cotizarse como un eficiente jardinero derecho en la gran carpa, cuyas habilidades y poder con el bate impresionò a la crìtica norteamericana y a la dirigencia de los Piratas.

Jugar bèisbol invernal  favorecerìa  al dominicano, debido a que este escenario  serìa propicio para lograr conseguir un nuevo contrato con cualquier otra organización de Grandes Ligas.

De hecho, ya otros jugadores dominicanos en el pasado han vivido  esa experiencia y después, inclusive, de que algunos los descalificaron para reinsertarse al bèisbol grande, pudieron lograrlo.

Y es que son muchos los ejecutivos de Grandes Ligas que observan con detenimiento el desarrollo del torneo otoño-invernal dominicano para ver el material –dan seguimiento al desempeño de los jugadores-que pueden firmar para las organizaciones que representan.

Es decir, participar en la pelota  invernal viene a significar una oportunidad para cualquier jugador que estè desempleado y  aspire a ser firmado de nuevo, no necesariamente para el bèisbol organizado, sino para cualquier otra liga internacional, incluso las asiáticas.

Ello explica el porque Gregory Polanco, quien todavía es un hombre relativamente  joven, pues apenas tiene 29 años de edad, debería sopesar esa posibilidad –la opción de jugar- y el “abanico” de oportunidades que se le abrirían. De todas, formas, respetamos su decisión, después de todo, està en su derecho. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: Jack Quinn de los desaparecidos Atlèticos de Filadelfia (hoy Atlèticos de Oakland) llegó a su primera Serie Mundial en 1930 con 46 años, dos meses y 29 días, para convertirse en el pelotero de mayor edad en llegar al Clàsico de otoño.!Suena la campana!!Climmp!