República Dominicana ha tenido dinero para sus males

Carlos Peña

Especial/Caribbean Digital

SANTO DOMINGO.- Nuestra nación presenta grandes retrasos en la solución de sus principales males; a decir educación, salud, seguridad social, seguridad ciudadana, investigación científica, transporte, energía, vivienda, medioambiente, entre otros. Para cada área de desarrollo hay una cantidad de recursos económicos vinculados, que a juzgar por la evolución histórica de nuestro pueblo, el país los ha producido aunque no han sido orientados del todo ha superar los problemas nacionales.

El comentarista de El Gobierno de la Mañana Carlos Peña. Foto de archivo.
El comentarista de El Gobierno de la Mañana Carlos Peña. Foto de archivo.

La construcción de una nueva comunidad para ubicar a los moradores del sector La Barquita del municipio Santo Domingo Este tendrá una inversión similar al gasto incurrido para la adquisición de los aviones súper Tucanos. Notemos pues cómo una misma cantidad de recursos es colocada en dos proyectos con impactos en el desarrollo integral de nuestra gente totalmente disímiles. La nueva comunidad de La Barquita resuelve un problema permanente a miles de familias dominicanas, cosa que no podemos afirmar del proyecto Tucanos.

Por otro lado, cuando vemos los más de mil trescientos millones de dólares que cada año hay que entregar por concepto de subsidio al sector eléctrico, problema que de haberse resuelto tres lustros atrás, hoy contaríamos con recursos suficientes para dar respuestas a ciertas demandas de nuestro pueblo.

En esta semana se ha informado que el Estado dominicano ha recuperado el ingenio Porvenir en la provincia de San Pedro de Macorís, concesionado hace cuatro años a una empresa de capital español. Se estima que la próxima zafra, ahora en manos estatales, arrojará beneficios que rondan los mil millones de pesos; sin embargo, durante esa concesión no se conocen aportes hechos a las cuentas públicas.

Esa concesión, al igual que otros contratos, ha privado al pueblo dominicano de percibir importantes cantidades de dinero.