José Alfredo Espinal
Caribbean Digital
Santiago es la segunda ciudad de importancia de la República Dominicana. En su aporte al Producto Interno Bruto (PIB), en empleos, en cantidad de habitantes y hasta en actos delictivos ocupa un lugar preponderante.
Sin embargo, con su escala positiva y negativa en diversos aspectos, para el candidato presidencial del PRM, Luis Abinader, nada de eso ha importado para mantenerla al margen de la boleta senatorial.
Es de las pocas veces que una provincia tan venerada por los políticos, especialmente para los que buscan la Presidencia, un candidato le ha dado poca importancia en ese sentido. La ciudad no tiene aún un candidato a senador y quienes al principio estaban interesados ya resultaría una odisea marcharle con menos de 65 días para un proceso electoral.
El PRM, insisto, ha sido negligente para lograr elegir a su aspirante al Senado por Santiago. El partido tenía centradas sus esperanzas en la figura del expresidente Hipólito Mejía, pero éste ha rechazado la oferta en más de una ocasión.
Ahora, el escenario le ha dado en la cara al PRM. Quienes todavía sienten la cosquillita de la candidatura senatorial, Plutarco Arias, Iván Hernández y Rubén Reynoso, estarían pensando que entrar al ruedo de la competencia contra el peledeista Julio César Valentín es como salirse debajo de una patana cargada de arena en medio de un tapón.
El PRM no tiene candidato a senador. Como van las cosas, podrían, por vergüenza conseguir uno, pero ganar en las elecciones del 15 de mayo sería un triunfo milagroso.