Presentan propuesta Coalición Democrática; procura recomposición social dominicana

Caribbean Digital

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, República Dominicana.- Un grupo de profesionales y agentes políticos presentó en Santiago de los Caballeros la Coalición Democrática por la Regeneración Nacional, propuesta que persigue “motivar desde las distintas esferas sociales cambios que permiten al país enrumbarse por mejores caminos que los transitados hasta ahora, con los sistema de política que han gobernado”.

Radhamés García, economista, Emmanuel Castillo, Ramón De Luna, locutor-periodista y Mario Arturo Fernández, abogado de la Sociedad Somos Todos, pertenecen al núcleo que promueve la propuesta de recomposición social en la República Dominicana.

Entre los aspectos centrales de la coalición – el grupo compuesto por sociólogos, periodistas, abogados, políticos, activistas comunitarios y otros sectores –, se destacan la lucha contra los actos de corrupción, los cuales, afirmaron los miembros de la asociación, son la mayor preocupación de la población.

También cuestionaron el sistema de justicia, sistema que de acuerdo a su prédica está moldeado por las decisiones del Gobierno, sin que haya castigo para quienes protagonizan los escándalos de corrupción.

“Con el asalto de la justicia y de todos los controles institucionales, nos ensartaron en la “era del PLD”, no para servir al partido, ni para servir al pueblo, sino, para detentar patrimonios descomunales, para garantizar la vida principesca a varias generaciones a costa de la miseria del resto de los ciudadanos sin que hubiera consecuencias a esos delitos”, ha planteado Mario Arturo Fernández, abogado y vocero de la Sociedad Santiago Somos Todos SST).

Fernández también ha referido que resulta indignante que los hijos de los funcionarios que han estafado el país, que se han cargado el erario a cuentas bancarias particulares tengan buenos servicios de salud, cuando los quienes tributan para pagar sus salarios se mueren en los hospitales por falta de medicamentos básicos.

Los promotores de la propuesta Coalición Democrática por la Regeneración Nacional, explicaron que no se trata de crear un nuevo partido político, sino de empoderar a los sectores independientes para que presenten propuestas electorales confiables, con personas con preparación profesional y trayectoria limpia que puedan ser candidatos.

Agregaron que estas candidaturas tendrían que ser ponderaras por los sectores de acuerdo de su desempeño e impronta social, para garantizar la transparencia en los procesos.

En relación al tema también explicaron la Coalición tendría que estar integrada por todos aquellos sectores que se identifiquen con un cambio para el pueblo dominicano, sin caer en el individualismo.

Manifiesto leído por Mario Arturo Fernández.

Nos vamos a soltar

Buenas noches queridos amigos:

Primero extender nuestra más cordial bienvenida a todos los miembros la Coalición que nos visitan desde Santo Domingo y otras comunidades del país a Santiago, el corazón de la patria; asimismo a los miembros de la mesa local y a todos nuestros distinguidos invitados que nos acompañan esta noche.

Es oportuno resaltar en este momento que los propósitos de la Coalición Democrática por la Regeneración Nacional y un nuevo modelo de desarrollo favorecen a todos los dominicanos, menos a la estructura mafiosa-delincuencial que ha asaltado el poder, secuestrado la justicia y prostituido todas sus instituciones.

Los que tramaron esta ignominia que pretendían que al atarnos, con apariencias legales y constitucionales, con el uso y abuso de los mismos recursos que provienen del dinero de todos, no habría forma de que ellos fueran desplazados del poder, ni que este pueblo se soltara jamás.

Con el asalto de la justicia y de todos los controles institucionales, nos ensartaron en la “era del PLD”, no para servir al partido ni para servir al pueblo, sino para detentar patrimonios descomunales, para garantizar la vida principesca a varias generaciones a costa de la miseria del resto de los ciudadanos sin que hubiera consecuencias a esos delitos.

La Procuraduría General de la República es una dependencia del Poder Ejecutivo que opera como un instrumento al servicio de la política partidaria, particularmente del gobernante de turno y para garantizar que los expedientes que involucren a sus corruptos no tengan ninguna posibilidad de obtener una sentencia condenatoria en la justicia.

La auditoría del Estado no funciona, es un artefacto al servicio del maquillaje en unos casos y de extorsión en otros, integrada por socios, familiares y allegados que no pueden realizar una actuación creíble.

Nunca se había robado tanto, nunca se había depredado tanto, nunca se había dilapidado tanto, nunca nos habían endeudado tanto y nunca nos habían avergonzado tanto.

Nuestro país merece mejores condiciones de vida para todos, no sólo para los que son favorecidos por el régimen, sus socios y sus cómplices.

Necesitamos que la salud, que aparece en la publicidad estatal y que a juicio de los funcionarios envidian los centros médicos privados pero a la que ellos ni sus familiares acuden, salga de los periódicos y los medios y alcance a los más necesitados aliviando sus penurias y padecimientos.

Precisamos de una educación de calidad, diseñada para la producción y el servicio, con docentes de primer nivel, diseñada para que los estudiantes vayan a un mercado laboral seguro, que puedan vivir dignamente con el fruto de su trabajo, que no sean frustrados al salir a implementar los conocimientos adquiridos a un mercado inexistente, a trabajar en algo para lo que no estudiaron si al final lo consiguen o, simplemente, lanzarlos a huir a otros países en busca de mejor suerte.

La inseguridad agobia a los ciudadanos, la policía no cumple con el rol de garantizar este derecho fundamental. Conservar la vida y los bienes es un reto de cada día para los dominicanos. La policía, al tratar de acosar a los rateros, asedia a miles de ciudadanos de trabajo, por la falta de profesionalidad, de recursos e incapacidad, añadiendo a la intranquilidad y el desasosiego.

Las estadísticas sobre los delitos no reflejan la realidad por la falta de confianza en las instituciones. La mayoría de los robos y atracos no son denunciados en la policía ni en las fiscalías porque allí no encuentran soluciones. Muchos de los hechos reñidos con la ley cuentan con la participación de policías y fiscales, lo cual aleja a los ciudadanos de esas instituciones.

Necesitamos una nueva democracia, donde los ciudadanos puedan escoger entre lo mejor y no entre lo menos malo, quienes representen a los ciudadanos y no a sus parcelas o a ellos mismos, sus grupos o sus intereses. Necesitamos un cambio en el que el ser humano sea la prioridad, su salud, su integridad y su futuro.

La Coalición ha identificado los más graves problemas que aquejan a la sociedad, quiere contribuir con la construcción de una vía posible, la ruta que pueda conectar a los ciudadanos con los partidos, una mano amiga que nos ayude a salir de la trampa, de esta encerrona a la que nos ha conducido el partido cartel, sus aliados y sus cómplices.

Sin una unidad con propósitos claros y contundentes, no habría una esperanza cierta de desplazar del gobierno a la mafia que lo ha raptado para descuartizarlo.

Durante varios años, muchos ciudadanos preocupados por el destino del país de continuar la trayectoria en curso, nos hemos estado reuniendo de manera separada pero con inquietudes similares. Ahora la Coalición nos convoca a todos, los partidistas y apartidistas, para que juntos construyamos la salida, porque nos vamos a soltar.

No importa cuánto nos hayan amarrado, no importa el tiempo por el cual este secuestro fue tramado, no importa cuán fuertes sean los perversos, unidos somos más; somos más los que queremos justicia independiente, somos más los que queremos decencia y somos más los que desde ya nos declaramos libres, porque tenemos fe y porque nos mueve el amor por nuestro país.

No tenemos alternativa, o nos unimos o hundimos, y con nosotros el futuro de nuestros hijos y de nuestro país. Es ahora cuando podemos hacer algo; ahora es que podemos concertar; ahora es cuando se puede buscar la unidad. Falta un año para el 2020 y, por consiguiente, para el próximo torneo electoral. No podemos esperar las elecciones, el tiempo es ahora, por la unidad de propósitos, por el adecentamiento del ejercicio público, por una verdadera justicia, por una fuerte institucionalidad y un crecimiento económico que beneficie a todos.

Tenemos que desatar el sistema político, la economía, la institucionalidad, la justicia y la democracia; es nuestro gran reto y no hay manera de hacerlo sino juntos. El derecho a participar en las elecciones amañadas y sobrevaluadas no es democracia. Ningún país puede subsistir del endeudamiento, del robo, de la corrupción ni de la impunidad; esa es la verdadera trayectoria de la disolución.

Tenemos derecho a conocer las causas que impiden que los números de la economía alcancen a la mayoría, quiénes controlan las mafias y los monopolios que no permiten que la electricidad y los combustibles lleguen a los ciudadanos a precios razonables; por qué no funciona la justicia para controlar la corrupción y se confabula con la impunidad.

Desde Santiago convocamos al país, a todos los hombres y mujeres, a todos los jóvenes y ancianos, a toda la sociedad civil, a todos los clubes, juntas de vecinos, todos los movimientos y todos los partidos. Vamos a construir la salida, vamos juntos a proponernos suscribir el compromiso que aporte las soluciones que conduzcan a una sociedad más segura, con salud, educación, energía y esperanza para todos.

Escoger las mejores hombres y mujeres, en cada Distrito Municipal, en cada municipio, en cada provincia para las posiciones electivas debe ser el trabajo de todos, contra un pueblo unido no hay secuestro que valga, no hay corrupto ni dinero que se imponga, no hay árbitro que se resista ante un knock out.

Debemos insistir, persistir y no desistir, perseveremos hasta alcanzar la victoria de todos, una justicia independiente nos conviene a la mayoría, también un ministerio público, una auditoría, un arbitraje, una democracia y una institucionalidad que funcionen.

Nos vamos a soltar porque no tendremos cara qué presentar ante nuestros hijos y nietos de permanecer indiferentes ante el más descomunal endeudamiento de la historia; nos vamos a soltar porque sabemos que no tenemos alternativa ante este régimen que nos conducido al más grave deterioro moral de la historia de nuestra sociedad; nos vamos a soltar porque es asunto de vida o muerte; nos vamos a soltar porque en el ADN de un dominicano está la libertad; nos vamos a soltar porque creemos y sabemos que “todo parece imposible hasta que se hace”[1]; nos vamos a soltar porque tenemos la fe y la esperanza de que juntos podemos construir un futuro más promisorio para todos; nos vamos a soltar porque estamos marcados para siempre y lo proclamamos al viento: “[i]DIOS, PATRIA y LIBERTAD”.

Acento