Por Domingo Hernández
Aún cuando el filipino Manny Pacquiao salió como claro favorito, se esperaba una mayor oposición por parte del norteamericano Adrien Broner, como rival del tagalo el pasado sábado.
Ambos se enfrentaron en el MGM Grand Hotel de Las Vegas, Nevada, el pasado sábado, y Pacquiao logró una amplia decisión unánime (la votación de los jueces fueron: 117-111, 116-112 y 116-112, respectivamente, todas a favor del asiático).
Pacquiao, pese a sus 40 años de edad y a su dilatada e intensa carrera, lució impresionante y dominó de principio a fin las acciones.
Desde el mismo primer asalto, Pacquiao se robó la iniciativa del combate y fue agresor prácticamente durante todo el trayecto de los 12 rounds que duró el enfrentamiento.
El ocho veces campeón del mundo en pesos diferentes, no permitió libertades a Broner, siempre se mantuvo a la ofensiva, mientras el estadounidense asumió un papel de receptividad y defensivo, con exporádicos ataques.
La victoria de Pacquiao no dejó lugar a dudas, e incluso, hubo un asalto, básicamente el séptimo,en que pareció decidido a noquear a Broner, sobre quien descargó una andanada de golpes de todos los calibres, pero su rival soportó estoicamente y la campana entró en su auxilio.
Broner, quien no obstante a su talento y al hecho de haber sido monarca mundial en cuatro pesos diferentes, todavía no gana las peleas grandes y su actuación esta vez fue decepcionante. Le faltó voluntad y agresividad para merecer la victoria, aunque dijo sentirse robado después de la pelea, actitud que le mereció el abucheo del público.
El norteamericano, cuyo récord quedó en 33-4, 1, con 24 nocauts, deberá replantear su trayectoria pugilística y enfocarse más en ella, si en verdad quiere volver a los primeros planos. Por suerte para él, a sus 29 años de edad, todavía le queda tiempo por delante para alcanzar este propósito.
Pacquiao, quien puso su marca en 61 triunfos, 39 nocauts, siete derrotas y dos empates, retuvo por primera ocasión el trono welter -147 libras- avalado por la Asociación Mundial de Boxeo –AMB- y de paso, dejó abierta la posibilidad de una revancha con el estadounidense Floyd Mayweather Jr.
De hecho, tan pronto concluyó el duelo, Pacquiao desafió a Mayweather Jr, quien no hizo caso al reto y se quedó como si nada, es decir, ignoró al filipino.
Empero, antes del pleito con Broner, Mayweather Jr visitó el camerino de Pacquiao y lo saludó.
Hace poco, Pacquiao también se encontró con Mayweather y le extendió un saludo, aunque este último también lo ignoró en aquella ocasión.
De todas formas, a juzgar por lo que se ha visto en los últimos meses al respecto, todo hace indicar de que tanto Pacquiao como Mayweather Jr, poco a poco han venido “preparando” ese segundo combate entre ambos.
De hecho, los dos están conscientes de que ninguna otra pelea les producirá más dinero que un nuevo enfrentamiento entre sí.
Y si bien probablemente esa revancha no va a tener la gran atracción que suscitó la primera, existen amplias posibilidades de que también se convierta en un éxito económico, pues se trata de dos leyendas del pugilismo, figuras de relieve extraordinario, cuya trayectorias los colocan como dos de los más grandes campeones de todos los tiempos en cualquier división.
A esto se une el hecho de que, la maquinaria publicitaria que desplegarían los organizadores se supone que alcanzará niveles superbos para volver a despertar el interés de los aficionados y de todo el mundo boxístico.
Ello explica las amplias posibilidades que existen de que se pacte ese segundo choque entre estos dos fenómenos, incluso, es posible que antes de lo esperado, ya se anuncie la firma del mismo. Estén atentos. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: A propósito Pacquiao, es oportuno decir que éste ganó por encima de los 10 millones de dólares para su enfrentamiento ante Broner, mientras su rival logró poco más de dos millones y medio de dólares, la mayor bolsa de su carrera. !Suena la campana! !Climmp!