Pacheco sostuvo que se cerró la calle donde él reside, se destruyó la propaganda política colocada en su casa y que los guardias impidieron la entrada y salida de las viviendas próximas al lugar de reunión.
«Ante este exceso de autoridad, tanto mi esposa Digna como yo, nos vimos compelidos a abandonar nuestra residencia hasta tanto terminara la reunión del presidente Fernández, de modo que pudiéramos evitar situaciones indeseadas con la guardia imperial de Don Leonel Fernández», dijo Pacheco.
El director político de la campaña perredeísta dijo no entender las razones que impulsan al Presidente celebrar una reunión a tan pocos metros de su residencia, cuando la barriada de Cristo Rey dispone de varios locales de buen tamaño y mejor ubicación para tales fines.
El también expresidente de la Cámara de Diputados se definió como un hombre pacífico y prudente, que nunca ha atropellado a nadie, mucho menos por diferencias partidarias y, sin embargo, ha tenido que ver cómo militares al servicio de Fernández y algunos militantes peledeistas, arrasaron con los afiches colocados en su propiedad y en el frente de algunas viviendas vecinas.