JOSÉ ALFREDO ESPINAL
Afirma que la cura no está en medidas artificiales.
SANTIAGO.- El reputado abogado y luchador por la libertad, Ramón Antonio Veras (Negro), considera que la sociedad dominicana está enferma, pura y simplemente, y que su cura no está en medidas artificiales, sino que hay que ir a la esencia del problema, “porque el cambio no puede ser de fachada”.
Dijo que la transformación de la sociedad ha de ser profunda, porque a su juicio solamente así puede surgir un ser humano nuevo, con una conducta nueva, con una ética diferente a la actual. Manifestó que se hace necesario el comportamiento de ciudadanas y de ciudadanos que crean en las virtudes que adornan a los seres humanos por su actitud en el seno de la sociedad.
Asimismo, Negro Veras sostuvo que la desigualdad lleva a amplios sectores de la población a no asimilar los principios sobre los cuales se asienta el ordenamiento vigente, su sistema económico, el estilo de vida, su cultura, moral y la ética.
Afirmó que el grado y contenido del espíritu crítico viene determinado por las mismas contradicciones presentes en la sociedad y la condición de cada clase social.
“Las diferencias sociales y clasistas, se manifiestan en cualquier actividad u oficio. Esto sirve para comprobar que el comportamiento reviste carácter diferente entre uno y otro grupo social”, señaló.
Según Negro Veras, las diferencias de clases permiten advertir la distinción en los sentimientos de triunfo o frustración que se apoderan de ciertas personas, fruto de su agrado o descontento por el papel de éxitos o derrotas en su accionar social.
Asimismo, consideró que la organización económica, política, educacional, policial, militar y familiar está hoy afectada por un deterioro que llega a todas las familias, sin importar origen social y económico.
A juicio del jurista y activista, la conducta de la dominicana y el dominicano de hoy es la expresión de la sociedad dominicana enferma, la cual está pagando el costo social de una crisis de fondo, no coyuntural.
Cree que en el comportamiento de una persona se destaca la influencia de los padres, la escuela y los profesores; las instituciones del Estado, en fin, todo un conglomerado social que, “aunque se define en forma aislada, representa una parte de un todo de lo que será la forma de proceder de un hombre o una mujer”.