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SANTO DOMINGO.-El peligro de división en el gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD) continúa latente para el congreso elector del próximo sábado, donde el Comité Central propondrá los precandidatos presidenciales que competirán en las primarias abiertas del 6 de octubre.
La dirigencia del PLD tendrá que enfrentar en ese escenario un hecho sin precedentes en su historia electoral de casi cuatro décadas, debido a las aspiraciones presidenciales de por lo menos 10 de sus principales figuras, incluyendo el presidente del partido, Leonel Fernández; el secretario general Reinaldo Pared Pérez, y otros ocho miembros del Comité Político y del Comité Central.
Desde 1996, los congresos electores del PLD tomaron un nuevo rumbo cuando el fenecido líder histórico y fundador del partido, Juan Bosch, desistió de la candidatura presidencial que había ostentado sin rivalidad desde 1978, tras participar por primera vez en unas elecciones generales desde su fundación en 1973.
A partir de entonces, el PLD ha celebrado seis congresos electores. El primero para escoger a los candidatos presidenciales de las elecciones de 1996 fue ganado por el expresidente Fernández, quien derrotó ampliamente a Euclides Gutiérrez Félix y al fenecido Norge Botello. Fernández triunfó en los comicios ocupando la presidencia de la República en el período 1996-2000.
En el segundo congreso elector de la presente etapa compitieron el actual presidente Danilo Medina, el entonces vicepresidente de la República, Jaime David Fernández Mirabal, y Félix (Felucho) Jiménez. Las votaciones fueron dominadas por Medina. en medio de denuncias de irregularidades en los votos orgánicos, pero perdió las elecciones y el PLD salió del poder.
Para los comicios del 2004, los precandidatos que compitieron en el congreso elector fueron el expresidente Fernández; el exvicepresidente Fernández Mirabal, Ramón Andrés Blanco Fernández, Julián Serulle y Miguel Solano. El proceso interno fue ganado por Leonel Fernández, quien triunfó también en las elecciones nacionales derrotando la reelección del presidente Hipólito Mejía.
Se complica panorama
Donde comenzó a complicarse el panorama del partido morado y la estrella amarilla fue en el congreso elector para escoger el candidato presidencial a las elecciones de 2008. El escenario fue polarizado por Fernández, que se lanzó a la reelección, y Medina, que se opuso de manera radical.
La historia política reciente registra que cuando Fernández venció en el enfrentamiento interno, Medina pronunció esta frase lapidaria: “Me venció el Estado”. Fernández vencería también a Miguel Vargas, candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD)
Desde entonces todo cambió en el PLD. Habían surgido dos liderazgos que iniciaron una sórdida lucha por el control de los organismos de dirección. Por eso, cuando les vino encima el proceso electoral para las elecciones de 2012 y los seguidores del presidente Fernández volvieron a impulsar una nueva reelección enarbolando 2.2 millones de firmas, los danilistas provocaron un choque frontal.
Cuando se realizó el congreso elector del 26 de junio de 2011, ya Fernández había desistido de la reelección, su esposa Margarita Cedeño se vio precisada a renunciar a su candidatura, y Franklin Almeyda no se interesó al final en medio de la barahúnda.
Entonces Medina compitió con José Tomás Pérez, Francisco Domínguez Brito y Radhamés Segura, a quienes venció por un amplio margen. La candidatura de Medina se impondría también en las elecciones nacionales de 2012 al enfrentar, por segunda ocasión, a Hipólito Mejía, del PRD.
Vuelve a subir la marea
Pero la cosa no quedaría ahí. La crisis interna se sobredimensionó en el proceso electoral de 2016, cuando el presidente Medina propició una reforma a la Constitución para posibilitar su reelección. Pero primero impuso a Fernández la mayoría que ya había logrado en el Comité Político, aprobando la reelección en la reunión del 19 de abril de 2015 en el hotel Metro Country Club, de Juan Dolio, San Pedro de Macorís.
De inmediato todos los demás precanditos presidenciales; Reinaldo Pared Pérez, Francisco Javier García, Radhamés Segura, Fracisco Domínguez Brito y Temístocles Montás renunciaron a sus aspiraciones y Medina fue aclamado a unanimidad en el congreso elector Gladys Gutiérrez, cuando aún no comenzaba a bajar la marea.
Ahora el panorama vuelve a tonarse igualmente complejo. El próximo sábado día 10 tendrá otra cita el congreso elector del Comité Central, para decidir los precandidatos del partido que participarán en las primarias abiertas del 6 de octubre próximo. Tendrá que decidir sobre una abultada planilla de aspirantes presidenciales al más alto nivel.
Imagínese usted, el presidente del PLD, Leonel Fernández; el secretario general Reinaldo Pared Pérez; lo miembros del Comité Político, Carlos Amarante Baret, Temístocles Montás, Radhamés Segura y Gonzalo Castillo. Así como los miembros del Comité Central Francisco Domínguez Brito, Andrés Navarro, Manuel Crespo y otros que puedan presentarse.
El caso Leonel
Según los estatutos del PLD, el Comité Central es la dirección e instancia superior del partido después del Congreso y está compuesto por 623 miembros. Tiene entre sus atribuciones, según el artículo 17, acápite (g), proponer al Congreso Elector del partido los nombres de los precandidatos a la Presidencia de la República, escogidos con el voto de la mayoría simple de los votos válidos emitidos y no menor del 33% de sus miembros.
Las heridas grupales abiertas son tan profundas ante el fallido intento de los seguidores del presidente Medina para modificar otra vez la Constitución y posibilitar su tercer mandato, que comienza a plantearse la posibilidad de que como ese sector controla ampliamente la mayoría del Comité Central, se rechace la precandidatura de Fernández en medio del éxtasis provocado por la consigna de “sangre nueva”.
La preocupación ha llegado hasta los seguidores del exmandatario, quienes sotienen que el Comité Central puede elegir todos los que aspiran por aclamación, porque en ningún congreso elector ha impedido a nadie participar como precandidato.
Otro método que podría emplearse es el voto directo, personal y secreto de cada uno de los miembros del CC, lo que obligaría a votar solo por un candidato y los seleccionados deben obtener un mínimo del 33% de los votos emitidos de los presente en la reunión.
O también que el pleno decida que se vote por más de un candidato, es decir, cada uno de los miembros pueda decidir por varios de los que opten a ser precandidatos, seleccionando entre los postulantes a todos los que sobrepasen el 33 por ciento.