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Ministros y autoridades de Prevención y Lucha contra la Corrupción de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), acordaron hoy en su quinta reunión coordinar y profundizar la lucha contra ese flagelo.
En el encuentro virtual organizado por México en su condición de presidente pro tempore de la Celac, los ministros examinaron los procedimientos interinstitucionales para prevenir, detectar, disuadir, investigar, procesar y sancionar la corrupción dentro de marcos jurídicos sólidos.
Acordaron que las instituciones gubernamentales implementen códigos de ética, reglamentos de conducta u otros, y regulen conflictos de intereses y mecanismos de declaraciones que permitan vigilar la evolución patrimonial y fiscal y fomenten la integridad, los principios y valores que deben regir el servicio público.
Resaltaron que la transparencia, el fortalecimiento de la rendición de cuentas y los datos abiertos en los países de América Latina y el Caribe son una necesidad imperante y una obligación de todos los gobiernos, pues contribuyen al combate a la corrupción.
Los participantes confirmaron la voluntad de unir esfuerzos para erradicar la corrupción de América Latina y el Caribe, y reiteraron la obligación de los Estados de avanzar en la implementación de la Convención de Mérida de ONU contra la Corrupción.
En tal sentido, la declaración conjunta enumera 11 puntos en los que se comprometen a participar en las reuniones y trabajos del Grupo Especializado en la Prevención y Lucha contra la Corrupción, de la CELAC instalado hoy.
Promover la cooperación, definir sus parámetros, metodología y periodicidad, garantizar el funcionamiento de la Red Latinoamericana y del Caribe para la Transparencia en la Gestión Pública, buscar mecanismos para difundir los códigos de ética, promover y fortalecer la cultura del cumplimiento normativo en el sector público.
También fomentar la integridad empresarial e involucrarlo en la lucha anticorrupción, contribuir al diseño de políticas públicas y estrategias anticorrupción que permitan prevenir efectos negativos como la migración irregular, la pobreza, el desempleo y la violencia.
Asegurarnos que las estrategias anticorrupción sean incluyentes, profundizar la investigación para examinar las diferentes formas en que las personas sufren los efectos de ese mal, incluir a la ciudadanía en la determinación de acciones tendientes a fortalecer mecanismos de fiscalización y de control interno para una mejor rendición de cuentas.
Intensificar esfuerzos para alcanzar las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 encaminadas a fortalecer la recuperación y devolución de activos robados, y finalmente instar a futuras presidencias de la Celac considerar una agenda permanente para la prevención y lucha contra la corrupción en la región.
(Con información de Prensa Latina)