Juan Isidro Inoa
SANTIAGO, RD.- A pesar de que la Procuraduría General de la República quiera “ajutarnos” con cucharita en la cabeza que el trato es igual para todos y todas en las cárceles o recinto para internos, como ellos les llaman ahora, el refajo se le sale con la inquieta cantante Martha Heredia.
En menos de un año que tiene recluida la cantante fuera de los compromisos judiciales, vive buscando argumentos para salir de la cárcel en lujosa yipeta. A ninguna otra reclusa se le da el privilegio de llevarla a un hospital hasta por una paja que le caiga en el ojo y menos en confortable vehículos.
La “Beibi” la han sacado de la cárcel porque se zafó un pie, porque estaba respirando mal y había que nebulizarla, porque había que curarle una herida de su estética operación, a cantar a un programa de televisión y la última vez fue ayer (como se ve en la foto) porque se siente “deprimida” después de la sentencia que le negó el cambio de medida de coerción.
Cuántas reclusas pasan por ese estado de depresión y ni pa’ llá miran? No es que no la lleven si lo necesitan, pero que hagan lo mismo con las otras. Esas otras hoy nos muestran superación y arrepentimiento. El que ella nos robara el corazón y nos pusiera de “loquitos viejos” a gastar dinero enviando mensajes (que me duele a mí eso ahora) no es motivo para privilegiarla. Yipeta y salir porque le duelen los cabellos?… Ma’ Gueno Quejasí!