resentaron su amor en sociedad el pasado mes de octubre. Fue en Nueva York y por todo lo alto. Mar Flores (47) y Elías Sacal (51) posaban juntos por primera vez ante los medios con una gran sonrisa. Era en la gala Princesa Grace, celebrada en el Great Hall, con la presencia de Alberto de Mónaco. Solo unas semanas antes les habían fotografiado en París, confirmando el rumor de que la modelo española estaba de nuevo enamorada.
Ahora, cinco meses después de aquella fiesta y aquellas fotos, se han apagado los focos y parece que también se ha oscurecido la relación. Según ha podido saber Corazón, la pareja atraviesa una gran crisis. Fuentes cercanas a la modelo aseguran que han roto. Puestos en contacto con Mar Flores, ha preferido no responder. Lo que ha quedado patente es que ellos, acostumbrados a llevar con naturalidad y no ocultar un noviazgo en ciernes, hace tiempo que no se dejan ver juntos. El último acto conjunto y público del que hay testimonio gráfico fue una boda en febrero, en Colombia.
Podría ser que la distancia y los compromisos familiares hayan impedido que un amor que parecía ir por buen camino finalmente se haya truncado. El empresario reside en México, donde desarrolla sus negocios, y Mar Flores tiene que permanecer en la capital española por motivos familiares. Aquí está su residencia y donde viven sus cuatro hijos menores, Mauro 14 años, Beltrán (11), y los mellizos Bruno y Darío (6), todos ellos fruto de su matrimonio con Javier Merino, de quien se separó en marzo del pasado año.
Viajera incansable
Durante estos meses de amor Mar Flores no ha dejado de viajar: Nueva York, la República Dominicana o París han sido algunos de los lugares que ha visitado. El pasado 9 de marzo volvió a subirse a un avión. El destino por el momento es una incógnita, pero lo que quedó patente es que lo hizo sola. Quizá se tratase de un viaje de trabajo o para encontrar la inspiración, ahora que ha vuelto a centrarse en su faceta como diseñadora, y dejar así que el tiempo ponga cada cosa en su sitio. Al fin y al cabo, en este punto de su vida, como bien comentaba a los medios durante un acto promocional el pasado octubre, tiene claro lo que es importante para ella: la familia. «Mi vida soy yo y mis hijos, y eso es prioritario. Mi tiempo libre lo gestionaré como vea, pero dando prioridad a mi trabajo e hijos», comentaba entonces. En esta etapa no tiene que rendir cuentas a nadie. «Voy a preservar lo que la vida me está dando de ahora en adelante. Porque no quiero dar explicaciones a nadie», decía a los medios hablando de cómo estaba tras su separación. «Ahora, madura como soy, separada, divorciada, no tengo padres, ¿a quién voy a dar explicaciones?», sentenció.
¿Quién es Elías Sacal Cababie?
Hasta hace poco, su nombre era desconocido en España. Entonces, apareció Mar Flores y todo cambió. Aunque en México es famoso tanto por sus negocios como por sus escarceos con algunas ‘celebrities’ locales, Elías Sacal había logrado mantener un perfil más bien discreto. Y no es fácil cuando se trata de uno de los empresarios del sector inmobiliario más ricos de México.
De origen judío, descendiente de una familia de inversores del mundo textil y financiero, divorciado en dos ocasiones y con tres hijos, a Sacal se le conoce por ser uno de los iniciadores del ‘boom’ de condominios de lujo en destinos como Cancún, Ixtapa, Acapulco y Puerto Vallarta. Por si esto fuera poco, sabe de arte –es amigo personal, entre otros, de Fernando Botero–, es muy aficionado a los toros y le gusta involucrarse en causas benéficas. De hecho, hasta hace pocos meses, fue presidente de la Federación de Asociaciones de Amigos de los Museos de México. Según contaba en su blog la ‘socialité’ Alisa Rover, en febrero de 2015, como parte del festejo nupcial de su hija Sofía, Sacal puso a disposición de los 1.300 invitados autobuses que les llevaron a recorrer museos de la capital mexicana.
Y además
Quienes le conocen, aseguran que vive en un constante ir y venir entre México y Nueva York donde, hasta hace un año, era dueño de dos apartamentos en la Trump Tower. No se sabe si el enfrentamiento de Trump con el gobierno mexicano tuvo algo que ver en su decisión de deshacerse de dos propiedades que hoy se cotizan por todo lo alto, o si, como afirman algunos medios financieros, se vio en la necesidad de venderlos para cubrir una deuda millonaria con el banco JP Morgan.Varios medios han recogido posibles puntos negros en la creación y gestión de su riqueza, incluso, se le ha acusado de estar involucrado en temas de corrupción urbanística. Una de las últimas controversias tuvo lugar en 2013 cuando se le concedió el proyecto de remodelación de Marina Vallarta y con ello la gestión de los amarres de los barcos. Según denunciaron miembros de la Asociación de Embarcaciones Menores de Puerto Vallarta en el medio ‘Vallartauno’, relacionaban la llegada de su empresa con que se les cortara la luz y el agua hasta que renovaran los contratos cuyas tasas, por cierto, habían subido.
Hoy, con todos los focos puestos en su romance, se verá si es cierto lo que decía ‘Expansión’: «Adicto a las cámaras, a pesar de que dice que se maneja con discreción y que no le gusta que hablen de su vida, sus romances con mujeres famosas demuestran lo contrario». No esta mal para un hombre de 51 años