Los desafíos del docente y los cambios de la revolución 4.0

POR J. LUIS ROJAS

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Para los países que han logrado establecer sistemas educativos centrados en el desarrollo del conocimiento riguroso de sus ciudadanos, la irrupción de la cuarta revolución industrial representa una gran oportunidad para continuar manteniendo sus buenas posiciones en los mercados globales.

En cambio, para aquellas sociedades en las que sus líderes políticos, empresariales, sociales y educativos, han mostrado poco o ningún interés por hacer de la educación su principal motor de desarrollo, es muy probable que la revolución tecnológica aumente sus ansiedades.

En los países como Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia, la revolución 4.0 es una oportunidad, gracias a la calidad y pertinencia de sus robustos sistemas educativos. ¿Cómo asumirán los países en vías de desarrollo los desafíos provenientes de la cuarta revolución industrial? ¿Los sistemas educativos de los países de desarrollo intermedio han formado a sus ciudadanos para que puedan enfrentarse a los retos que se derivan de la revolución 4.0? ¿Están los docentes de los países en desarrollo reseteando sus conocimientos y sus modelos de aprendizaje, para poder asumir la nueva realidad?

La cuarta revolución industrial es un fenómeno global que impacta todas las actividades humanas: sociales, productivas, educativas, científicas, medioambientales, comerciales, entre otras. El eje central de la revolución 4.0 es la tecnología, la cual representa nuevas formas en las que la tecnología se integra en las sociedades e incluso en el cuerpo humano. En resumidas cuentas, el conocimiento riguroso es el medio más expedito para hacer frente a los desafíos que impone la revolución tecnológica a todos los países del mundo.

A la revolución 4.0 no le interesa el tamaño, el color y la forma de pensar de las personas, lo que realmente le importa es la calidad y cantidad del conocimiento. En el marco de los cambios provocados por la revolución tecnológica, los sistemas educativos tienen que reenfocar cada uno de sus componentes, con la finalidad de poder generar los conocimientos para maniobrar los elementos que conforman la revolución tecnológica. Entiéndase, robótica avanzada, inteligencia artificial, computación cuántica, biotecnología, impresión 3D, vehículos autónomos, Big Data, entre otros.

En el entorno de la cuarta revolución industria, la rigurosidad del conocimiento del docente es un eslabón de alto valor agregado.  En este sentido, el docente está compelido a resetear sus conocimientos, con el propósito de poder asumir con éxito los retos que le impone este fenómeno de índole global. Hoy más que ayer, el conocimiento poderoso es uno de los motores del desarrollo, el progreso y la prosperidad de los países.

Entre los desafíos del docente, en el marco de los cambios que genera la revolución 4.0, figura el de comprometerse con la construcción de una alternativa que promueva y respete el valor del conocimiento. El reseteo del docente de la revolución 4.0, deberá contemplar la tarea de tirar al zafacón la falsa concepción de creer que saturando la mente del estudiante de informaciones subjetivas, se puede generar conocimiento riguroso para entender y gestionar los efectos de la revolución tecnológica.

En la nueva realidad, el docente no puede convertir una ocurrencia peregrina en un dogma pedagógico. No cualquier narrativa bien contada, puede ser considerada como un modelo

de aprendizaje riguroso. Otros desafíos que deberán estar presentes en el proceso de reseteo del docente 4.0, son el de producir y compartir contenidos más allá de los de Google, hacer del aprendizaje un medio para cerrar brecha entre el conocimiento y los requerimientos de los mercados laborales, conocer y obviar los modelos pedagógicos extraños y sin sustento científico, enseñar a los estudiantes a diferenciar el dato de la opinión, así como ayudar a los estudiantes a entender las diferencias entre el conocimiento riguroso y la ignorancia.

Los actores que inciden en la educación que requiere la nueva realidad, tienen como desafío construir nuevas metodologías que enseñen a los estudiantes a diferenciar la realidad de la ficción y a entender que Google no siempre tiene la verdad. Entre los desafíos del docente, en el marco de los cambios que genera la revolución 4.0, figura el de comprometerse con la construcción de una alternativa que promueva y respete el valor del conocimiento. En definitiva, hay que reinventar la educación para un mundo cambiante. (Sir Ken).

La educación 4.0 es la respuesta a las necesidades de la nueva revolución industrial, donde la tecnología y las personas convergen para crear oportunidades nuevas, creativas e innovadoras (Lase, 2019). La experiencia educativa debería ser el encuentro de la realidad con el laboratorio, no de la idealidad con su imposibilidad. (La escuela no es un parque de atracciones. (Gregorio Luri, 2020). El necesario e inevitable reseteo del docente de la nueva realidad, deberá evitar que la fatal ignorancia continúe ganándole importantes batallas al conocimiento poderoso.

Sin conocimiento riguroso, no hay desarrollo sostenible ni fuera ni dentro de la cuarta revolución industrial. La calidad y cantidad del conocimiento previo, es esencial para entender y gestionar los desafíos provenientes de la revolución 4.0. Los docentes “tienen ante sí el reto de adquirir conocimientos, habilidades y actitudes digitales que motiven al alumnado a hacer un uso crítico de la tecnología” (Viñals y Cuenca, 2016).

Como ha dicho Gregorio Luri: “La escuela no es un parque de atracciones”. Es, sin lugar a duda, un espacio para desarrollar conocimiento riguroso, siempre en contra de la faltal ignorancia.