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Leticia Calderón se encuentra en el ojo del huracán luego de que la actriz Karla Esquivel, con quien compartió créditos en la telenovela “Mi amor sin tiempo”, confesara que Calderón le dio una cachetada real durante la grabación de una escena del melodrama.
Esquivel reveló en el podcast “Plan Astral” que la bofetada no fue fingida y nunca recibió una disculpa. De acuerdo a la joven actriz, el impacto sorprendió a sus compañeros de set, ya que el sonido de la cachetada fue tan fuerte que parecía un puñetazo.
Dijo que que tras la cachetada, el director entró a la escena y cuestionó a Leti: «¿Le pegaste?» , a lo que Calderón respondió: “No, no le pegué, le di un putazo”.
Por su parte, Leticia Calderón defendió su postura, asegurando que solo siguió el guion y las indicaciones del director. Explicó que antes de grabar dejó en claro que daría una sola cachetada real y que no se ensayó previamente una versión fingida. Según ella, tras el golpe le preguntó a Karla si estaba bien, pero la actriz la ignoró y se retiró sin responderle.
En informaciones recogidas por El Universal, Calderón explicó lo siguiente: «Como le dijo el productor, ya déjalo pasar, cómo se ve que te sigue ardiendo la cachetada; fue una confusión ahí rara y falta de pantalones tal vez del director porque a mí el director me dijo llegas y le das la cachetada, el libreto decía aquí entra Greta y le da una cachetada»
Precisó que antes de grabar la escena le dijo al equipo de producción: «yo sólo doy una cachetada, no voy a dar varias cachetadas porque sale a la primera».
En redes sociales, las opiniones están divididas. Mientras algunos destacan la experiencia y entrega de Calderón en su actuación, otros la critican por no haber medido la fuerza del golpe y por no disculparse con su compañera.
Karla, por su parte, expresó que el episodio la dejó en shock y que no reaccionó de inmediato, sino hasta un mes después, cuando decidió hablar con la actriz sobre lo ocurrido.
La protagonista subrayó que este tipo de situaciones no deberían repetirse en el medio, independientemente del estilo de actuación de cada actor, pues en un escenario debe prevalecer el respeto.