Lava de volcán en Islas Canarias se dirige al mar y genera nube tóxica al quemar plástico y fertilizantes

Caribbean Digital

La lava que continúa saliendo del volcán Cumbre Vieja, en El Paso, La Palma (Islas Canarias), cubría ya en la mañana de este martes 258 hectáreas y ha destruido más de medio millar de edificaciones.

A su paso por invernaderos de plátanos, quemó plásticos y fertilizantes generando una nube tóxica, y se espera su llegada al mar, ante lo que las autoridades alertaron a la población por el peligro que entraña ese fenómeno.

Tras una breve pausa el lunes, el volcán, que entró en actividad el 19 de septiembre, reanudó las explosiones con más intensidad en tarde y la noche.

Según datos del seguimiento por satélite del programa Copernicus de la Unión Europea, la lava cubre mayormente campos de cultivo, y ha destruido 589 edificaciones y 21 km de carreteras en esa isla del archipiélago español.

María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, explicó que el volcán ya ha emitido 46.3 millones de metros cúbicos de material magmático (más que la erupción del Teneguía en 1971) y ha resaltado que el mecanismo estromboliano se concentra en el cono principal y ha habido pulsos magmáticos, una columna blanquecina que desaparece y alcanza gran altura.

El proceso “va a seguir mostrándolo” en próximas fechas y aunque las explosiones han cesado en el cono, que ha ido modificando su estructura, “se pueden volver a producir, y bruscamente”.

Este martes, la lava aceleró el ritmo en su avance hacia el mar y en la mañana estaba a unos 800 metros de la costa, dijeron las autoridades. Podría alcanzar el mar antes de terminar la jornada.

Aunque uno de los dos ríos se lava se ha ralentizado en la isla de La Palma, el otro tenía más temperatura, era más fluido y se encaminaba a la pequeña localidad de Todoque, donde se desalojó a la población, dijo el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca).

En las primeras horas de la tarde, la lava ingresó en zona de plataneras y ha quemado plásticos de invernaderos y fertilizantes, lo que ha creado una nube tóxica, ya diluida, que no ha supuesto daño ni peligro para las personas, pues se mantuvo dentro de la zona de exclusión.

Expertos y científicos están atentos a la llegada de la lava al mar. Las autoridades han advertido a los vecinos que no se acerquen a la zona debido al peligro que puede generar ese fenómeno.

El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcán) advirtió que “en el encuentro de la lava, con una temperatura superior a los 1 000 ºC, con el mar, con una temperatura entorno a los 20 ºC, se produce un choque térmico que genera columnas de vapor de agua cargado con ácido clorhídrico como consecuencia del importante contenido de cloruro en el agua de mar”.

La Palma, con unos 85 000 habitantes, forma parte de la cadena de islas volcánicas de Islas Canarias, ubicadas al noroeste de África. La isla tiene 35 km de largo y 20 km en su punto más ancho.

La agricultura es uno de los pilares económicos de la isla, junto con el turismo, y la lava y las cenizas han arruinado cultivos y sistemas de riego, han puesto en peligro la aviación y representan un riesgo importante para la salud de los lugareños.

El Gobierno español anunció después de su reunión semanal de gabinete, este martes, que proporcionará una subvención inmediata de 10.5 millones de euros (12.3 millones de dólares) para comprar 107 propiedades y reubicar a la población local, además de proporcionarle ayuda económica.

Se enviará más ayuda, incluida la reconstrucción de infraestructura pública, una vez que termine la emergencia actual, dijo la portavoz del Gobierno Isabel Rodríguez.

Este martes, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha admitido que la reconstrucción social y económica en La Palma, cuando acabe la erupción volcánica, “es un reto tremendo”, quizás uno de los más importantes de las islas en las últimas décadas. Por ello, ha alertado que “lo peor está por venir”, porque hay muchos daños económicos y sociales.

Ha apuntado que muchos afectados quieren quedarse cerca de las zonas afectadas, pero es materialmente imposible reponer casas y fincas y, por ahora, aunque la situación de emergencia “no ha terminado”, las instituciones se van a esforzar en sacar adelante una primera línea de ayudas sin tener en cuenta aún registrados todos los años, que superarán los 400 millones de euros.

(Con información de EFE, Europa Press y AP)