Las AFP: un negocio sin riesgos

POR J. LUIS ROJAS

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El entorno en el que operan las Administradoras de Fondos de Pensiones dominicanas, tiene las mismas características que el de las instituciones extractivas: no crean bienestar colectivo, son excluyentes, el nivel de riesgo que asumen no se corresponde con los altos márgenes de ganancia que reciben sus pocos sueños, solo una reducida élite disfruta las utilidades que éstas generan. En este ámbito, se dice que las instituciones extractivas son las que están organizadas para no crear incentivos u oportunidades en las personas de la sociedad. Su estructura administrativa y su logística operativa, están diseñadas para crear y mantener obstáculos que crean ventajas para determinados grupos y desventajas para otros.

Son visibles los inmensurables esfuerzos que realizan los directivos y ejecutivos de la Asociación Dominicana de Administradoras de Fondos de Pensiones (ADAFP), tendentes a mejorar la deteriorada reputación y la cuestionable imagen pública del fatídico e ineficiente Sistema de Capitalización Individual actual. Por ejemplo, se ha incrementado la presencia de economistas, abogados, periodistas y comunicadores sociales hablando y escribiendo en los medios de comunicación, tratando de justificar lo injustificable. Las AFP son sociedades financieras, cuya misión es incrementar las riquezas materiales de sus inversores, a partir de las cotizaciones que realizan los trabajadores en sus respectivas cuentas individuales de capitalización.

Para entender la cantidad y sistematicidad de los esfuerzos comunicacionales que lleva a cabo la ADAFP, buscando con ellos persuadir a los más de 4 millones de afiliados al Sistema de Capitalización Individual, mejor conocido como Fondo Personal del Afiliado, para que acepten con resignación pensiones indignas e indecentes, se recomienda leer las reflexiones de Daron Acemoglu y de James A. Robinson, autores del libro ¿Por qué fracasan los países? En dicha obra, se plantea por qué algunas naciones son ricas y otras pobres, así como las variables que influyen en el desarrollo económico.

Igual que las instituciones extractivas, las AFP dominicanas ganan mucho realizando poco esfuerzo, sin correr alto riesgo. Las AFP operan un negocio seguro, al rededor del sistema de pensiones de la seguridad social. El modelo de pensiones, gestionado por las AFP, niega a los cotizantes la libertad y el derecho de disponer de sus ahorros de pensiones cuando ellos lo decidan. El Sistema de Capitalización Individual, ha sido concebido y estructurado por las élites del sector financiero, para extraerle una renta considerable a los fondos personales de los afiliados. Las instituciones extractivas son aquellas que concentran la riqueza y el poder político de un país en una élite u oligarquía. (https://economipedia.com) 

Desde la racionalidad, sería más productivo que las autoridades de la ADAFP, invirtiesen más tiempo y recursos para conocer, analizar y  dar respuestas a las continuas decepciones e insatisfacciones que tienen los dueños de los ahorros que sustentan el Sistema de Capitalización Individual, en lugar de pagarles altas sumas de dinero a opinadores públicos y a influencers sin credibilidad, para que construyan y difundan mentiras disfrazadas de verdades. Si las Administradoras de Fondos de Pensiones decidieran y actuaran como lo hacen las instituciones inclusivas, las pensiones de los trabajadores serían justas y dignas.

“En el mencionado libro se llega a la conclusión de que los países con instituciones extractivas no tienen las mejores condiciones para alcanzar prosperidad. Esto, debido a que solo un grupo selecto de la población se ve favorecido, mientras que el resto de las personas no tienen las mismas facilidades para crear riqueza”. (Guillermo Westreicher, https://economipedia.com)

Referénciense al libro ¿Por qué fracasan los países?, Joaquín Estefanía también comenta lo siguiente: “Las élites extractivas de un país, según los economistas citados, son aquellas que se apartan de la obtención del bien común y dedican sus esfuerzos a su propio bienestar y al del grupo al que pertenecen. Las instituciones extractivas concentran el poder en manos de una élite reducida y fijan pocos límites al ejercicio de su poder. Estas élites elaboran un sistema de captura de rentas que les permite, sin crear riqueza, detraer rentas de la mayor parte de la ciudadanía en beneficio propio. Según Acemoglu y Robinson, las élites extractivas se encuentran en el mundo de las finanzas, de la economía, de la política, los medios de comunicación o la inteligencia”. (EL PAÍS, 2013).

En pocas palabras, se ha dicho que las instituciones inclusivas, a diferencia de las extractivas, facilitan que más personas puedan alcanzar un desarrollo económico y puedan participar en las decisiones del Estado. Las Administradoras de Fondos de Pensiones, igual que las instituciones extractivas, generan mucho dinero fácil para una limitadísima élite, a costa de las cotizaciones que realizan los trabajadores a sus cuentas de capitalización individual, con la esperanza marchita de recibir, a los 60 años de edad, una pensión indigna, injusta e indecente.