Por Ivonne Mercader
Especial/Caribbean Digital
SANTIAGO, RD./ El actual proceso político del país dejo un sabor amargo en la gran mayoría que invirtió su tiempo y dinero en busca de un mejor país para los dominicanos. En otros, el raciocinio se les fue en la esperanza puesta en algunos años en los que se espera el cambio seguro…

Atendiendo a esto, observe el comportamiento de los que a mí alrededor manifestaban alegrías y desencanto. Muchos lamentaban ver que seguimos en un país de opresión, sumergidos en un carnaval constante disfrazado de democracia y otros emocionados (sobre todo cegados por la victoria o la derrota) hacían alarde de lo que llamaron «demostración del pueblo».
Me parece que la política dominicana debería llamarse LA BIEN PAGA! Pues se vende al mejor postor, a aquel que compra los valores a un ciudadano que cegado por el hambre con un «pica pollo» tiene. A un pueblo que aun reconociendo los miles de errores que cometen los funcionarios de su partido, 200 pesos le parecen un millón. Los mandatarios en la actualidad están llenos de ilusiones inmensurables
Qué pena ver como dominicanos con la verdad en la cara por su beneficio olvidan a su hermano. Qué pena que la política sea la dueña de lo valioso. Por ella se pierden vidas de hombres y mujeres que con trabajo pueden hacer lo que nunca se ha hecho. El valor de la amistad, ese hermano no sanguíneo, que por su posición política se pierde. Aquel puesto de trabajo que con mucho esfuerzo se obtiene y se ve amenazado por quizás uno menos profesional que usted. Ahhh y el profesionalismo, ese que se pone en duda cuando se tiene un puesto o posición política, ese también se pierde. Otros valores y no menos importantes son la bondad, la humildad, la fe…Que pena ver la política como una gran prostituta, profesión más vieja del mundo, pues acaba ganándose los valores de la supuesta democracia de un país que solo se basa en verbo y en espera de lo que nunca se ha hecho ni se hará sin esfuerzo del pueblo…Gobernar para todos.