El secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), Mariano Jabonero, destacó hoy el manejo de la República Dominicana ante el impacto de la pandemia de COVID-19, calificándola como una de las mejores de la región de Las Américas.
En conversación telefónica con Diario Libre desde Madrid, Jabonero explicó que la OEI ha realizado una serie de investigaciones que documentan la realidad actual de los países de América Latina de cara a la actual crisis sanitaria, en el ámbito educativo, cultural y científico, y felicitó al país por los esfuerzos encaminados a la continuidad de la docencia durante la cuarentena.
“Hemos estado siguiendo la situación de países dónde esta crisis ha tenido un impacto económico muy fuerte, México, Brasil, Argentina…y la asignación de partidas de la República ha sido de las mejores que ha habido en la región”, destacó.
La brecha digital
El sector educación ha sido el más impactado por la pandemia del COVID-19, dejando fuera de las escuelas a casi 180 millones de niños y adolescentes, situación que ha evidenciado que la calidad educativa, la equidad y la inclusión es baja en la región, dónde un 40 por ciento de los estudiantes carece de conexión a internet para dar seguimiento a las clases virtuales.
Así lo explicó a DL el secretario general de la OEI, Mariano Jabonero, al abordar el impacto del COVID-19 en la región de las Américas.
“Cuando hemos empezado a proveer materiales digitales a los ministerios (de educación), nos hemos dado cuenta de que un 40 por ciento de esos niños y niñas no tienen acceso a formatos digitales…es claro que la brecha digital está marcando una brecha social muy grande”, declaró.
El secretario general de la OEI refirió que ese 40 por ciento de alumnos sin conectividad corresponde a las capas sociales más humildes, en las cuales la capacidad de interacción cultural con los niños es más reducida, por tener un nivel menor de formación y dónde el acceso a bibliotecas municipales es limitado.
“Los gobiernos y la OEI nos hemos dado cuenta en seguida que aportar contenidos educativos digitales no era una solución que beneficiara al conjunto, beneficia aquella población, aquellas familias que son parte de niveles de renta medio altos, urbanos y no así al resto de la población”, explica.
¿Entonces cómo equilibrar la balanza? Para resolver esta desigualdad el especialista en educación afirma que el primer paso consiste en asegurar que todos los niños y niñas tengan acceso a sistemas de conectividad o sistemas digitales.
“Lo que no puede ocurrir es que el acceso al mundo de la conectividad sea para unos y para otros no. Si pensamos que en el futuro la fuerza educativa va ser una práctica hibrida entre la presencialidad y la distancia tenemos que asegurar que todos los niños tengan acceso a sistemas de conectividad”, explicó.
En segundo lugar, Jabonero propone apoyar a los alumnos que viven en las zonas rurales más desfavorecidas con contenidos impresos como cartillas y libros, así como profesores que vayan a las comunidades y orienten a este segmento estudiantil.
“Unos tienen acceso a dos ofertas, presencial y digital, y otros, al no tener acceso digital necesitan un refuerzo, material impreso, material manipulativo que puedan trabajar en sus domicilios y que tengan alguna orientación por parte de los maestros”.
El COVID-19 y el abandono escolar
Mariano Jabonero, quien ha laborado como consultor o experto para diversos organismos internacionales, explica que el trabajo infantil afecta a 10, 7 millones de niños en el mundo, siendo un problema social que podría agudizarse a raíz de la crisis económica generada por la pandemia de coronavirus que hoy afecta a la humanidad, y que ha impedido a 177 millones de alumnos asistir a sus centros educativos de manera presencial.
En ese sentido, el secretario general de la OEI considera que los gobiernos deben realizar una campaña de sensibilización fuerte, difundida por medios de comunicación, para evitar que los niños provenientes de familias de bajos recursos abandonen los estudios.
“Creo que es una campaña de movilización social, política, comunicativa…la escuela necesita retener a los alumnos, y ¿cómo se retiene un alumno en la escuela? Pues haciéndolo valorar la escuela, que sea un elemento de valor social para las familias, y transmitir el mensaje a los chicos de que si se quedan en la escuela su futuro va ser mejor”, refiere Jabonero.
Expuso que, una vez los países decidan la vuelta a la escuela de manera presencial, tendrán que ofrecer una doble oferta educativa, combinando las clases presenciales con la docencia a distancia, además de utilizar un tiempo complementario para reforzar el contenido que no se impartió dentro de las aulas como consecuencia de la pandemia.
La sociedad post-pandemia
El coronavirus se expandió de manera rápida por el mundo, tomando a la humanidad por sorpresa y trastocando la cotidianidad de millones de niños y adultos. Sin embargo, volveremos a convivir con nuestra familia y amigos, a disfrutar de la vida, a aprender y a enseñar.
Esta visión optimista es la que Mariano Jabonero proyecta de cara al futuro, una vez resuelta la pandemia, proceso que, según explica, conllevará varias etapas.
Expuso que la primera fase alude a superar la pandemia con salud, siendo conscientes de que dejaremos atrás a miles de fallecidos, y que no todos superarán esta situación.
En segundo lugar, considera necesario que las políticas sociales compensen las áreas afectadas por la pandemia, como los sistemas de salud, empleo, educación, entre otros.
“Después convivir con una etapa transitoria que será irnos acoplando poco a poco a una situación de tránsito terapéutico y de prudencia a lo que pueda ocurrir, lo que si es cierto es que saldremos más pobres, porque la economía de la región va caer fuertemente”, puntualizó.
Dijo que, a pesar del aumento de la pobreza que experimentará América Latina como consecuencia de la pandemia, la región saldrá con una capacidad de resiliencia mucho mayor.
En cuanto al tema educativo, Jabonero consideró que los sistemas presenciales y digitales dejarán de funcionar de forma separada, para pasar a una sociedad digital, en la cual la respuesta educativa va ser siempre para todos, tanto presencial como digital.
“Creo que a muy corto plazo debemos digitalizar todos los hogares”, expuso el experto.