José Alfredo Espinal
Santiago.- El abogado Julián Serulle, un experto en materia laboral, considera que la cesantía no constituye una retranca para las pequeñas y medianas empresas como asegura la Asociación Nacional de Empresas e Industrias Herrera (ANEIH), sin embargo, el jurista coincide con los industriales que el pago a la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) frena el desarrollo de las empresas.
“Los empresarios deben ver que está la retranca es porque no han sabido defender los derechos económicos de la libre empresa y mucho menos de los trabajadores, es en la seguridad social, en el porcentaje que se paga por la salud, cuando eso debe ser una responsabilidad absoluta del Estado dominicano”, afirmó.
Serulle dijo que el Estado dominicano debe desarrollar y esculpir hospitales policlínicas, equiparlos y buscar que con el presupuesto de la nación y determinados aportes puedan operar la salud pública con buenos médicos, buenos contratos, equipos y desarrollo tecnológico y la ciencia.
Indicó que el sector empresarial debe ponderar otros campos que afectan sus mejoras y no necesariamente el tema de la cesantía.
Julián Serulle entiende que la cesantía no debe ser intocable, tras señalar que todo es cambiante, pero no cambiante para perjudicar a los obreros sino para mejorar su condición y dar estabilidad.
El reconocido abogado y dirigente político sostuvo que el sector empresarial debe tener visión de conciencia burguesa de lo que significa la responsabilidad del Estado dominicano con el tema de la seguridad social y la armonía que debe existir con las empresas.
“Hoy los trabajadores pagan mucho dinero para cuando van a una consulta que no cubre la seguridad social, más que 500 pesos, cuando los médicos cobran 2 mil y 3 mil pesos. Deben poner el dedo en la llaga”, apuntó.
Serulle dijo que los empresarios no han sabido hacer valer la justicia social y tampoco han sido aliados de los trabajadores en la búsqueda de justicia social. Manifestó que los empresarios no han tenido conciencia para luchar por una seguridad social integral, donde la salud no esté privatizada, para que no ocurra lo mismo que en algunos países donde pueblos quedaron en la orfandad durante la pandemia porque todo estaba privatizado.