Hoy, Estados Unidos en elecciones

Caribbean Digital

La elección nacional para presidente y legislatura en Estados Unidos se realiza en una coyuntura sin precedente con la peor crisis de salud pública en un siglo, la peor crisis económica tal vez desde la Gran Depresión, el estallido de algunos de los movimientos de protesta social más grandes de la historia y un presidente minando la legitimidad de los comicios y hasta amenazando con no respetar los resultados si no lo favorecen.

Para observar la elección en Estados Unidos este martes se requieren algunas advertencias:

Primero, es fundamental recordar que no hay voto directo para presidente. Quien esté ganando el voto popular no necesariamente está ganando la elección -eso se determina por el Colegio Electoral. Para alcanzar o superar los 270 votos electorales necesarios, se tiene que ganar una combinación de estados y con ello sus electores. En esta elección sólo hay entre 10 a 14 que están en disputa y que determinarán el resultado final.

Segundo, la elección nacional es en realidad 50 elecciones estatales simultáneas, y cada entidad tiene sus propias reglas y horarios. Por lo tanto, las casillas cierran en diferentes tiempos y el proceso de conteo también tiene variaciones con lo cual no es posible pronosticar esta vez a qué hora se darán a conocer datos preliminares o tendencias. Vale recordar que un número récord de más de 96 millones de votos ya han sido emitidos de manera anticipada.

Tercero, Si Donald Trump declara que ganó la noche del martes, será otra mentira más para agregar a las más de 20 mil que ha dicho desde que llegó a la Casa Blanca. Ni presidente ni su contrincante el demócrata Joe Biden pueden declarar al ganador oficial de la contienda.

Es importante entender esto ante la posibilidad esbozada de que Trump decida proclamar victoria con el conteo preliminar de los votos presenciales depositados en casillas el martes, antes de que se cuente el volumen sin precedente de más de 90 millones de votos por correo o adelantados que se espera cambiarán las tendencias de manera significativa.

Y finalmente, el resultado oficial sólo se da cuando concluya el conteo oficial de los votos, algo que podría alargarse por días en algunos estados, y hasta más si hay disputas legales ante tribunales sobre el proceso del conteo.

Lo que se anunciará la noche del martes al cerrar casillas en diversos estados, son sólo algunas proyecciones, con la gran mayoría de los estados ya considerados casi automáticos en la columna de uno u otro de los candidatos. Pero la clave está en los estados en disputa, o swing, y es posible que no habrá proyecciones en algunos si los márgenes de diferencia son mínimos al inicio del conteo.

Pero igual también existe una posibilidad de que los principales medios tengan suficiente evidencia para proyectar un ganador la misma noche del martes.

¿Qué está en juego este 3 de noviembre?
En esta elección nacional están en juego la presidencia, todas las 435 curules de la cámara baja del Congreso, y un poco más de un tercio (35 curules) del Senado.

También están en concurso 11 gubernaturas estatales.

Más allá del enfoque principal sobre quién ocupará la Casa Blanca, es de suma importancia para quien sea el próximo presidente como para el futuro político del país quién controlará las dos cámaras del Congreso.

Si hay un cambio en el control del Senado, eso tendrá implicaciones sísmicas en Washington. Por ahora, el Senado está bajo control de la mayoría republicana donde gozan un margen de 53-47, pero las encuestas indican que hay buenas posibilidades para que los demócratas reconquisten la cámara alta. Necesitan un avance neto de cuatro curules, algo que está dentro de las posibilidades.

La cámara baja tiene una mayoría demócrata de 232, y por ahora se supone que no sólo mantendrán el control sino que se ampliará.

Si ambas cámaras quedan bajo el dominio demócrata, eso tendrá enormes implicaciones políticas llegue quien llegue a la Casa Blanca, y aún más obviamente si gana Biden.

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