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BEIRUT, Líbano, (AP). Diversos adolescentes portan armas en puestos de control e intersecciones de intenso tráfico en Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak. En las mangas izquierdas de sus uniformes negros llevan el escudo de la Policía Islámica.
En Raqqa, la capital de facto del Estado Islámico en Siria, los chicos asisten a un campo de entrenamiento y a cursos religiosos antes de que los envíen a la lucha. Otros trabajan como cocineros o guardias en el cuartel central de los extremistas, o como espías para que informen sobre personas en los sectores donde viven.
En toda la vasta región que controla el Estado Islámico, el grupo recluta activamente a menores para la guerra y comete abusos contra los jóvenes más vulnerables, según la evidencia cada vez mayor que compilan residentes, activistas, expertos independientes y grupos de derechos humanos.
En la ciudad de Kobani, en el norte de Siria, donde curdos étnicos han resistido durante semanas una ofensiva del EI, diversos activistas dijeron a The Associated Press que vieron a niños combatiendo al lado de los extremistas.
Mustafa Balí, activista en Kobani, dijo que vio los cadáveres de cuatro adolescentes, dos de los cuales tenían menos de 14 años. Según versiones, un hombre de al menos 18 años perpetró un atentado suicida.
En la provincia de Alepo, Siria, un activista afiliado con el grupo rebelde Ejército Libre de Siria dijo que los combatientes de esta organización se han enfrentado «con bastante frecuencia» a adolescentes en choques con sus rivales del EI.
Es difícil determinar la amplia explotación de los menores en el mundo aislado del territorio que controla el Estado Islámico. No hay cifras confiables sobre el número de menores que emplea el grupo.
Sin embargo, una comisión de las Naciones Unidas que investiga crímenes de guerra en el conflicto en Siria concluyó que el grupo Estado Islámico, al reclutar a menores para papeles activos de combate, perpetra abusos y crímenes de guerra a gran escala «en una manera sistemática y organizada».
El Estado Islámico «prioriza a los niños como un vehículo para garantizarse lealtades a largo plazo, adhesión a su ideología y un cuadro de combatientes devotos que verán la violencia como una forma de vida», dijo el panel en un informe difundido en fecha reciente.
Los expertos de la llamada Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Siria entrevistaron a más de 300 personas que habían huido o vivido en zonas que controla el EI, examinaron las pruebas compiladas con video y fotografías.
Por supuesto no es nada nuevo que grupos armados utilicen niños en los conflictos. En la guerra civil de Siria, los rebeldes del Ejército Libre de Siria y el Frente Nusra también reclutan menores para la lucha, dijo Leila Zerrougui, representante especial del secretario general de la ONU para la infancia y conflictos armados.
Sin embargo, ningún otro grupo iguala al EI en la utilización de menores en una manera sistemática y organizada. Y las consecuencias son mucho mayores porque el Estado Islámico rige en grandes zonas donde los extremistas inculcan a los menores una interpretación radical y violenta que hacen de la ley shariah.
«Lo que es novedad es que el grupo Estado Islámico parece ser bastante transparente y hace hincapié sobre sus intenciones y su práctica de reclutar niños», dijo Laurent Chapuis, asesor regional de protección infantil con la UNICEF para Oriente Medio y el norte de África.