Frustración y lamentos…

Domingo Hernández

Sucumbió el equipo de República Dominicana ante Puerto Rico en el Clásico Mundial de Béisbol el pasado miércoles.

Existían grandes expectativas con este conjunto quisqueyano que salió favorito por encima incluso de los Estados Unidos, actuales campeones, en la mayoría de los análisis que se hicieron previo a iniciar la justa universal.

Y ciertamente, un mejor equipo difícilmente podría conformarse para esta ocasión.Lleno de superestrellas relativamente en todos los órdenes. No había dudas, el país integró un verdadero trabuco en donde relativamente no había debilidades.

De hecho, frente Puerto Rico la inmensa mayoría de expertos en la materia lo daban como seguro ganador. Sin embargo, no fue así. Los boricuas se llevaron la victoria 5-2  y de paso sorpresivamente descalificaron al representativo dominicano.

La escuadra nativa logró dos victorias frente a los equipos más débiles del grupo D al que pertenecía –  Nicaragua e Israel- ,pero no pudo ante los enemigos más fuertes, Venezuela y Puerto Rico.

Ambos fracasos –ante Venezuela y Puerto Rico-dejaron a mitad del camino a los dominicanos que no lograron pasar de la primera ronda y hoy todo es frustración y lamento en cada rincón del país. Sin dudas, la decepción es mayúscula.

Se ha querido crucificar al dirigente Rodney Linares, por algunos errores que pudo cometer durante el último encuentro ante los boricuas. Por ejemplo, se le ha criticado el mantener en la alineación a hombres como:Rafael Devers, Julio Rodríguez y Wander Franco, quienes no estuvieron a la altura esperada –quizás fuera de forma todavía-. El confió en ellos y las ejecutorias  no le salieron bien. A lo mejor si estos jugadores, que son estrellas, hubiesen  respondido, hoy los comentarios serían otros muy a su favor. Pero ese es el béisbol. Los mánager “se las juegan”, dirigen al margen del “librito”  y a veces las cosas no le salen como esperan.

Linares inclusive, dio la cara, asumió la responsabilidad de la debacle tras la derrota. Empero, él no es el único culpable. Se trata de conjunto de hombres que trabajó en la integración de ese seleccionado, que incluyen gerencia de operación y dirigentes federativos. Entonces podría decirse que el fracaso es de todos, lamentablemente.

Esto así, porque si el resultado hubiese sido exitoso, si República Dominicana no estuviera descalificada y habría ganado el Clásico, tal y como se esperaba, a todo aquel que aportó “su granito de arena” para la construcción de esa selección, por justicia, le hubiera correspondido su cuota de éxito, su merecido crédito.

Pobre bateo situacional…

Hay que señalar,además, que tanto frente a Venezuela como a Puerto Rico, el equipo no bateó. La verdad es que se cayó el bateo situacional en ambos partidos y en eso se debe estar claros. Frente a los venezolanos los bateadores dominicanos se fueron de 12-0 con gente en posición anotadora y contra los boricuas de 8-2 en iguales circunstancias. Y así no se puede ganar.

En definitiva, pues, la amaga  experiencia, que ha dejado a los dominicanos tan sorprendidos como dolidos, debe servir para reflexionar, analizar  meticulosamente en qué se falló ,en aras de enmendar errores y tratar de que en el próximo Clásico, previsto para el 2027, el béisbol dominicano pueda reivindicarse. Que conste, por fortuna tiene con qué, el talento le sobra. ESQUINITAS-. Por cierto, no todo fue negativo en el Clásico para Dominicana, hay que citar como puntos luminosos, entre otros, las actuaciones en el plano ofensivo de figuras como:Juan Soto, Eloy Jiménez y Jeimer Candelario, quienes siempre respondieron.PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: A propósito, en los 24 juegos que había disputado Dominicana, antes del inicio de este Clásico Mundial, registraba un récord  de 18 triunfos y seis derrotas. Su porcentaje de victorias de .750 era considerado el mejor en la historia de esta competencia.!Suena la campana! ¡Climmp!