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La fiscal adjunta de Dajabón, Gioconda María Solís, renunció a su puesto luego del incidente en el que agentes antinarcóticos de la Policía Nacional la detuvieran junto con un juez interino de esa jurisdicción. La renunciante asegura que dejó la institución porque existen “sectores oscuros” que tienen una persecución en su contra.
En la carta de renuncia enviada ante la Procuradora General de la Corte de Apelación de Montecristi, Solís expresó que tomó la decisión después que agentes de la Policía Nacional la arrestaran al no pararse en un puesto de chequeo. Considera que el arresto fue un atropello injustificado, debido a que en ningún momento violentaron la ley, y por el contrario, pusieron sus vidas en peligro.
Según la carta, la situación le hizo reflexionar que no valía la pena continuar trabajando en un lugar con un ambiente laboral no propicio. Aclaró que al igual que su ya fallecido padre, Juan Casillas Solís, decidió ejercer la profesión en busca de que la justicia beneficie a quienes hacen lo correcto, “sin embargo se observa el atropello y maltrato, ya que si ella como fiscal fue víctima, las personas comunes de esta sociedad están más desprotegidas”.
Sobre su arresto
El pasado miércoles, Solís y el juez interino César Rodríguez Peña fueron conducidos a la dotación policial de Dajabón en calidad de detenidos, luego de que supuestamente se negaran a pararse en medio de un operativo en un chequeo militar.
Ese día el Tribunal de Primera Instancia del Distrito Judicial de esa jurisdicción, actuando en materia de hábeas corpus, ordenó la libertad pura y simple de los detenidos.