Fernando Villalona llega a los 65 años en una ruta más cercana a Dios

Caribbean Digital

Santo Domingo.- Fernando Villalona celebra este jueves sus 65 años de vida poniendo el pie derecho en la etapa de adulto mayor, agarrado de las manos de Dios, en un ambiente familiar estable, afincado como artista mimado y lejos de la ruta 666 del derrotero de vicios que casi lo lleva a la ruina humana.

«Es mejor empezar mal y terminar bien, que empezar bien y terminar mal», comentó este jueves «El Mayimbe» en un post en Instagram en el que celebra la vida.

«Celebrare´ con todos ustedes este día tan especial que hizo el Sen~or para mi´ y usó a mis padres para poder traerme al mundo y cumplir una misio´n, una misio´n que ya tiene casi 50 an~os ininterrumpido con altas y bajas pero como dice un amigo por ahi´ «es mejor empezar mal y terminar bien, que empezar bien y terminar mal».

“»Es mejor empezar mal y terminar bien, que empezar bien y terminar mal».”
+ A 25 años de estar limpio

Villalona tiene 25 años limpio de drogas y sin consumir alcohol, caramelos envenenados en los que gastó, se dice, unos 50 millones de pesos.

También a perder apartamento, casa, varios vehículos, oportunidades, tierras y otras propiedades, así como a su propia familia, que con el tiempo recuperó.

También afectó su carrera artística. De haber estado limpio, habría producido y cantado mejor, además de firmar contratos más favorecedores con las disqueras que siempre andaban detrás de su talento, como publicó el periodista Fausto Polanco en su libro “Merengueros”.

Entre 1985 y 1995 Villalona gastaba regularmente ocho mil pesos cada dos días en drogas.

Desde 1976, que fue cuando inició de manera constante en este vicio, hasta 1984, no recuerda cuánto gastaba, pero reconoció que casi todo lo que ganaba se le iba en drogas.

Era una época en la que ganaba todos los premios, se presentaba en los más grandes escenarios del país, Nueva York y otros lugares, además de copar las listas de éxitos con títulos como «La hamaquita», «Compañera», «Feliz Cumbé», «Háblame mi vida», «Tabaco y ron», «Celos», «Te amo demasiado», «Dominicano soy», «Sonámbulo», «Baila en la calle», «Sé que te perdí»…

Nando, como le decían en su natal Loma de Cabrera, donde nació el 7 de mayo de 1955, fue indetenible en su ascenso a la popularidad desde que obtuvo un quinto lugar en el Festival de la Voz de 1971 y fue estrella de Los Hijos del Rey.

+ Un día clave

El 14 de diciembre de 1995 es la fecha oficial de su salida de las drogas. De eso hace ¡25 años!

“Yo soy un ser humano y he tenido la oportunidad de equivocarme y las veces que lo he hecho no se lo oculté a nadie; cuando he tenido que pedir perdón lo he pedido y cuando he tenido que decir lo siento, lo he hecho; yo tengo un temor de fallarle al Señor con los que comparten conmigo esta Tierra», diría años después a Listín Diario.

El empresario Antonio Espaillat fue una persona clave en esa transición humana hacia la renovación espiritual. Al propietario de la discoteca Jet Set le agradece por erigirse como su casa de siempre y estableció una tradición de presentaciones cada lunes, un apoyo que le sirvió para recuperar su ansiada visa americana.

“Los cónsules americanos me decían una y otra vez que hasta que no estuviera limpio de las drogas no iban a darme visa, y yo la necesitaba. No podía tocar en Nueva York, donde tantos dominicanos querían verme. Fue cuando me dije a mí mismo que debía salir de esto. Un día llamé a Espaillat y le dije que había decidido internarme. Buscamos al doctor César Mella y me asistió internándome en el Centro Médico de la Universidad Central del Este (UCE)”, dijo Villalona hace una década.

“El Mayimbe” se mantuvo interno durante un buen tiempo. No lo dejaban juntarse con nadie. Había medidas estrictas que debía cumplir y aceptó. Salió de rehabilitación, pero bajo los ojos de Mella, refiere “Merengueros”.

El artista reveló que luego de salir de rehabilitación, alguien le llevó drogas. “Fue un periodista dominicano residente en Nueva York, y le dije: -Qué bárbaro tú eres. A ti no te da vergüenza darme eso cuando tú bien sabes que ya yo dejé de consumir drogas. Quizá lo hizo para bien, para probarme, a ver si era cierto que yo lo había dejado”.

+ Un mal día

En una ocasión “El Mayimbe” sucumbió en llantos, pero no cambiaba su comportamiento. En octubre de 1994, dos años después de haberse conocido a Espaillat, Villalona amenizó un baile en Jet Set en pésimo estado. Fue algo deprimente y bochornoso.

-Óyeme lo que te voy a decir, tú no vuelves más a este sitio hasta que te limpies, le dijo Espaillat con voz enérgica. El artista solo atinó a bajar la mirada y marcharse.

Esta vez no encontró un Mercedes Benz que lo trasladara a su casa como solía hacerlo Espaillat cuando terminaba la fiesta, ni una mano amiga que le diera los acostumbrados consejos que siempre ignoraba.

Para sorpresa del empresario, en noviembre de ese mismo año, Fernando lo llamó y le manifestó que se iba a internar para desintoxicarse de las drogas, cumpliendo esta vez su palabra, hasta la actualidad.

Desde hace 25 años dio un giro extraordinario a su vida. ¿Quién lo iba a decir: él cantándole al Señor Jesús, como lo plasmó en un disco cristiano que presentó hace unos años y del que se conoció más “Un hombre nuevo», orgulloso de ser dominicano.

«Estoy muy feliz de haber nacido en esta bella tierra llena de hombres y mujeres con valores entregados a una causa», dijo este jueves en su post de Instagram.

Listín Diario