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En medio del dolor que aún sacude a la comunidad de Haina tras la tragedia en la discoteca Jet Set, el exbeisbolista dominicano David Ortiz se sumó este martes a una misa en memoria de las víctimas, donde pronunció un emotivo mensaje marcado por la fe, la compasión y un llamado a la unidad nacional.
Ortiz, visiblemente conmovido, compartió con los presentes que su vínculo con Haina es profundo —vivió allí un tiempo— y que regresó de urgencia desde Boston para acompañar a «su gente» en este momento desgarrador. «Este es uno de los momentos más trágicos, más difíciles de la República Dominicana», expresó, según indica una nota en Diario Libre.
«Yo rompí a llorar por los niños huérfanos»
Uno de los momentos más conmovedores de su discurso fue cuando relató una escena íntima en su hogar, esa misma mañana, que lo llevó al llanto:
«Yo tengo un bebé de un año, se llama Diego. Venía gateando hacia mí, y cuando lo vi… rompí a llorar. Pensé en esos niños que hoy no podrán correr hacia su papá o su mamá porque ya no están. Es muy duro.»
Ortiz reconoció que, aunque ha pasado de funeral en funeral, no ha podido asistir a todos debido al alto número de víctimas. «El tiempo no te da para acudir a tantos funerales que al mismo tiempo han tomado lugar en nuestra bella patria.»
Pidió compasión para las familias dolientes y subrayó que todos los dominicanos, directa o indirectamente, están llamados a acompañar el duelo nacional con actos de amor, unidad y fe.
Reconocimiento a las autoridades
Durante su intervención, también elogió el esfuerzo de las autoridades encabezadas por el presidente Luis Abinader, a quien calificó como un líder presente y solidario en medio de la tragedia:
«Yo no sé mucho de política, pero lo que ha hecho el presidente Abinader y su comitiva es digno de admirar. El presidente estaba en la Zona Cero desde muy temprano, apoyando a su gente, dándole cariño, respondiendo por su pueblo.»
Ortiz agradeció también a la primera dama, Raquel Arbaje, y a la vicepresidenta Raquel Peña, por su respaldo visible en estos días de luto nacional.
La herida de Haina
La misa, realizada en honor a los más de 30 ciudadanos de Haina que se encontraban en Jet Set durante el colapso del techo, fue presidida por el alcalde Osvaldo Rodríguez, quien describió la tragedia como un golpe profundo para toda la comunidad.
Particularmente devastadora ha sido la pérdida de 17 miembros del grupo Los Haineros Dorados, una hermandad de adultos mayores que se había reunido para celebrar una noche de merengue junto a su amigo y figura admirada, Rubby Pérez.
Entre los fallecidos se encuentran Luis Emilio Guillén, vicepresidente del grupo; su hermana Milagro Guillén; Andrés Pichardo; Juana Vásquez; Juana Pérez; Isabel Cabrera y Héctor Cabrera, una pareja que había viajado desde Estados Unidos para asistir al evento.
Además, otros haineros como Joan Santana Pion y Lucía Cruz, acompañados por sus familiares, también figuran entre las víctimas. «No nos duele solo como haineros, nos duele como dominicanos», expresó el alcalde con voz quebrada.
«Dios nos está hablando»
En sus palabras finales, David Ortiz instó a los dominicanos a reflexionar sobre el sentido de la vida y el valor de la familia. «Dios nos está hablando, y la única forma de entenderlo es si le prestamos atención», dijo.
También abogó por rescatar los valores de la convivencia y la fe que, según él, siempre han caracterizado al pueblo dominicano:
«Antes de decir cualquier cosa, los dominicanos siempre nos encomendamos a Dios. Pero no basta con mencionarlo; hay que seguir sus pasos.»
La tragedia ocurrida el pasado 8 de abril ha dejado al menos 225 personas fallecidas, muchas de ellas aún siendo identificadas por las autoridades. Las escenas de duelo, solidaridad y homenajes se repiten a lo largo del país, pero en Haina, el dolor parece más cercano, más íntimo.