José Alfredo Espinal
Caribbean Digital
SANTIAGO, República Dominicana.- Sin dudas que las paradas abruptas que hacen mayormente los choferes que brindan transporte público al momento de tomar o dejar pasajeros, constituye uno de los problemas que con más frecuencia provocan accidentes, iras, trifulcas y hasta hechos lamentables como la muerte en las calles y avenidas de la República Dominicana.
En países desarrollados y con un nivel de educación superior tanto de los conductores y los usuarios del transporte público, es que en los autobuses nadie se monta ni se baja del vehículo si éste no se encuentra en la parada correspondiente.
¿Por qué los choferes tienen que detener el vehículo en medio de la vía para recoger a un pasajero?.
¿ Y por qué los pasajeros no esperan en las paradas hasta que llegue el trasporte que lo llevará a su lugar de destino?.
Se cree que es más fácil y conveniente tanto para los choferes como para los usuarios seguir con esa mala práctica, a sabiendas que ponen el riesgo sus vidas, las de sus familias y las de los demás.
En Santiago, por ejemplo, solo la ruta K hace cumplimiento con las paradas de transporte, pero solo se limita en la avenida Las Carreas, ya que cuando transita por las avenidas Estrella Sadhalá y la Yapur Dumit, esa norma se viola tanto por los propios choferes como por los usuarios.
Otras rutas de transporte público tienen paradas asignadas, pero lamentablemente son de uso decorativo, porque los conductores y los pasajeros no les hacen caso.
De seguro que si los choferes de “concho” les dicen a los pasajeros vengan a las paradas o lamentablemente no podrán montarte, éstos no tendrán como alternativa que acudir a su llamado, de lo contrario, deberán irse a pies o llamar a un taxi, lo que difícilmente harán por la travesía y el costo que implicaría para ellos tomar esa medida.
Para lograr ese objetivo, deberán ponerse de acuerdo primero todos los sectores que convergen en el transporte público, es decir, los sindicatos, las autoridades municipales, Obras Públicas y Comunicaciones, la AMET y los propios usuarios, a través de campañas educativas.
¿Por qué un chofer de “concho” tiene que pasearse por los barrios por calles que no están vinculadas a su ruta buscando a los pasajeros hasta en su propia casa?.
Esa práctica, además de ser violatoria a las leyes, es un irrespeto a los que residen en esa comunidad, quienes tienen que soportar la indecencia y la arrogancia de muchos de esos hombres del volante que causan el desorden.
En los países civilizados ningún tipo de transporte se detiene a recoger pasajeros si no es en la parada correspondiente, por ejemplo, los que viajan en aviones deben ir a los aeropuertos, los que zarpan en barcos obligatoriamente acuden a los puertos, y aquellos que viajan en trenes deben ir a las estaciones señalizadas. Igualmente, los usuarios que quieran trasportarse en autobuses tienen que ir a las paradas.
Es sencillo, los pasajeros tienen que acostumbrarse a acudir a las paradas para tomar los carros o guaguas de concho y los choferes, por supuesto, son los primeros que deben contribuir para que esa norma se cumpla.
Esta medida de recoger y dejar pasajeros en las paradas debe aplicar también para los que conducen guaguas hacia las zonas suburbanas y los pueblos del interior del país que, en muchas de las ocasiones, son suicidas al volante sin que sus acciones impliquen algún tipo de penalización por parte de las autoridades.
Es hora de decir, “en la parada…o no te monto”, de seguro que si aplica esa media, el tránsito terrestre en Santiago, en la capital o en cualquier otro del país será más ordenado y menos peligroso para todos los ciudadanos.