Domingo Hernández
Para este sábado está programado el regreso del púgil ruso Vasyl Lomachenko.
En su caso se trata de un boxeador que ya cobra ribetes de leyenda, por lo mucho que ha logrado, no sólo en el boxeo profesional, sino también olímpico.
Ciertamente, Lomachenko ha sido un boxeador excepcional, de esos a quienes el calificativo de “fenómeno” le ajusta a la perfección.
Antes de hacerse profesional. Como olímpico, ganó dos medallas de oro en Olimpìadas (2008, en China y 2012, en Londres), además de dos campeonatos mundiales, para terminar asì con el que probablemente ha sido el mejor rècord para un boxeador en ese terreno, 396 victorias y apenas una derrota, la cual, cabe aclarar, vengò.
Ya en el boxeo de paga, Lomachenko ha ganado `títulos mundiales en tres pesos diferentes (pluma, ligero junior y ligero), además de haber conquistado su primer campeonato universal en apenas su tercera pelea como profesional.
Sin embargo, èl aùn no está satisfecho y quiere seguir haciendo historia. Para eso mañana planea retomar su carrera, tras permanecer por casi un año de inactividad, en cuyo período se integrò a la guerra que libra su país, Ucrania, contra Rusia.
Su màs reciente pleito ocurrió en diciembre del año pasado, ocasión en que venció por amplia decisión en 12 asaltos al africano y excampeón del mundo, Richard Commey.
Ahora el norteamericano Jermaine Ortiz, tendrá la responsabilidad de darle la bienvenida, en una contienda a escenificarse en el Teatro Hulu, del majestuoso y mítico Madison Square Garden, de Nueva York.
Lomachenko, quien exhibe palmarès de 15-2, con 11 nocauts, tiene todo que perder y relativamente nada que ganar para este combate,en razón de que es quien màs arriesga.
Ademàs de su bien ganado prestigio, debido a su brillante historial, el ucraniano expone su futuro inmediato en el que se vislumbra la reconquista del trono orbital de los ligeros -135 libras-unificado en poder del norteamericano Devin Haney.
Es lògico suponer que frente a Ortiz saldrá claro favorito, pues está en un nivel superior al del estadounidense, es un boxeador que pertenece a la èlite de la división y su calidad ha sido probada en todos los casilleros por los que ha transitado, enfrentándose y venciendo a los mejores.
Ortiz, no obstante, no merece ser menospreciado por Lomachenko, pues es màs joven -apenas 26 años contra casi 35 del ruso, quien los cumple en febrero-, màs grande y lógicamente con mayor estatura y alcance. A ello se une el hecho de que es un muchacho que tiene hambre de gloria y se supone que tratarà de aprovechar esta oportunidad al máximo, ya que una eventual victoria representarìa la gloria.
Hay que sumar a esto, que Ortiz está invicto (16-0-1, con ocho triunfos por la vìa ràpida) y sabe boxear, técnicamente es muy bien dotado. Inclusive, en razón de su buen boxeo se ha ganado el apodo de “El Tècnico”.
Entre sus víctimas figura el excampeón mundial, el también norteamericano Jamel Herring, a quien venció por decisiòn. Ello explica que podrìa resultar un rival de respeto y complicado
De todas formas, Lomachenko, que es bastante inteligente, sabe lo que representa un triunfo para èl sobre Ortiz. Ha dicho que se ha preparado de la mejor manera posible, porque está consciente que luego de este sábado, le esperan dos rivales de suma jerarquía a quienes tiene en su radar:Haney y el también estadounidense Gervonta Davis, actual monarca ligero regular de la Asociaciòn Mundial de Boxeo -AMB-.
De ahì el que, Lomachenko, quien es un boxeador muy completo, de ninguna manera puede darse el lujo de perder. En suma, està obligado a ganar. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:A propósito de Lomachenko, es oportuno señalar que èste en apenas su segunda pelea como profesional, disputó el campeonato mundial pluma versión Organizaciòn Mundial de Boxeo -OMB-, pero cayó por cerrada decisión ante el aguerrido peleador mexicano Orlando -El Siri-Salido. No obstante luego ganó esa corona al vencer a otro gran púgil, el norteamericano Gary Russell Jr. Fue su primer título. ¡Suena la campana! ¡Climmp!