El PRM deberá elegir coordinadores de campaña que sintonicen con la gente y no sean sectarios

Se requiere que a las calles y a los barrios vayan los mejores dirigentes y funcionarios, aquellos que hasta ahora han llenado las expectativas en el Gobierno.

José Alfredo Espinal

[email protected]

Santiago, República Dominicana. – La particularidad que existe en la política desde su aplicación en la República Dominicana es una especie de promesa de intercambio: Un voto por un puesto, y en el peor y más común de los casos, un voto por nada.

Es ahora, en el tramo electoral, que los ciudadanos dominicanos con derecho al voto cobran importancia.

Desde el partido en el poder y los de la oposición prometen hasta lo que nunca podrán dar cuando resulten electos para conseguir el valioso voto que los llevará a permanecer en la administración del Estado a unos, mientras otros buscan el anhelado cargo público.

Después de ahí todo se va desvaneciendo. Salen los villanos de los puestos del gobierno y llegan los impolutos. Al final de la historia, la gente se pregunta cuál de todos es el bueno o el malo.

No obstante, tengo la certeza que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) continuará en el poder con el presidente Luis Abinader. El jefe de Estado entendió desde el principio la razón de ser de un gobernante.

Abinader ha hecho su trabajo para permanecer en el poder. Ha dado demostración de saber gobernar en tiempos difíciles y concertar con los diversos sectores de la sociedad.

Sin embargo, en una batalla no hay enemigos débiles. Para vencer al oponente se requiere de los mejores hombres y mujeres en la línea de batalla, sabiendo, además, que en ocasiones el triunfo se gana más fácil con el perdón que con las armas.

Se requiere que a las calles y a los barrios vayan los mejores dirigentes y funcionarios, aquellos que hasta ahora han llenado las expectativas en el Gobierno.

En lo que respecta al municipio y la provincia de Santiago, el PRM tiene la gran tarea de elegir a sus coordinadores de campaña que sintonicen con la gente y no respondan a un grupito de sectarios.

El PRM y su dirigencia deben comprender que en un par de meses tienen la gran posibilidad de asumir por primera vez la Alcaldía de Santiago y posteriormente retener la Presidencia de la República.

Ahora más que nunca se requiere que los representantes del gobierno en cada municipio y provincia del país actúen con humildad como lo ha hecho desde el inicio de su mandato el presidente Abinader. El PRM ya no es un partido cualquiera, es una organización en el poder.

Para ganar nuevamente, el PRM deberá contar en las calles con aquellos funcionarios y dirigentes que han sabido tener los pies sobre la tierra, dejando de lado en este proceso electoral a los que por fuera se vendieron como mansos, pero que en la práctica siguen siendo los mismos cimarrones.