El PLD tras las huellas del profesor Juan Bosch

Por Bladimir Grullón

El profesor Juan Bosch fue un ser humano excepcional del siglo XX y sigue siéndolo hoy, tras su desaparición física: gran maestro de la literatura y especialmente de su género favorito, el cuento, también un tremendo maestro de las ciencias sociales y políticas y, por si fuera poco, en su práctica logró articular dos grades fuerzas que han dirigido el país en varias ocasiones.

Bladimir Grullón
Bladimir Grullón

Pero tal vez lo más importante del profesor Juan Bosch es que con todas estas virtudes siempre se apegó a una vida llena de ética y valores positivos que deben servirnos de ejemplo. No faltó, por supuesto, quien quisiera en su momento tratar de ensuciar su imagen utilizando para ello desde simples mentiras hasta campañas pagadas y sistemáticas que se valían de montajes y maquinaciones malsanas que buscaban presentar su persona de la forma más negativa posible, como aquella donde se decía que él no creía en Dios. Sin embargo estas se desvanecieron en el tiempo debido a su falsedad.

Como ha ocurrido con casi todos los grandes personajes de la historia, no son muchos los que han logrado comprender el verdadero espíritu de sus enseñanzas. Algunos estudiantes y profesionales de nuestro país logran a penas decir que él fue el autor de La mañosa y Cuentos escritos en el éxilio, pero muy pocas personas se han dedicado a hurgar en el alma de sus escritos y práctica de vida.

En cuanto a su práctica política, en el PLD sin duda se pueden encontrar algunos de sus discípulos, que pudieron comprender su interpretación de la sociedad dominicana. Hoy el Partido de la Liberación Dominicana, que Juan Bosch fundara, está a punto de batir su marca en unas elecciones cuando logró ganar con cerca del 60% de los votos emitidos en 1962, pero el presidente Danilo Medina y el PLD no solo tienen el compromiso de batir una marca electoral, sinó de trabajar para hacer de nuestro país una nación desarrollada donde los menos favorecidos puedan a, través de la educación y el trabajo, agenciarse una mejor calidad de vida como lo predicara el Maestro de la Política Dominicana.

Finalmente, es preciso decir que Juan Bosch merece ser estudiado más profundamente, tanto en sus aportes académicos como en su práctica de vida y en el ámbito político. Ojalá que nuestros jóvenes algún día puedan hablar con propiedad, conociendo su obra y no repitiendo un simple resumen biográfico, que solo nos aporta datos con poca trascendencia.