José Alfredo Espinal
SANTIAGO, RD.- La crisis en el gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se recrudece cada día más. La última embestida contra la unidad de la organización política fueron las primarias abiertas del pasado domingo 6 de octubre.
La victoria del precandidato presidencial Gonzalo Castillo, pupilo del presidente Danilo Medina, y la derrota del expresidente Leonel Fernández, que atribuye todo a las irregularidades del proceso electoral, marcan distancia una vez mas en el partido morado.
El triunfo de Gonzalo no garantiza la unidad del PLD, y eso los peledeístas lo tienen bien claro. Las primarias demostraron que Leonel sigue siendo un líder dentro y fuera del partido fundado por el profesor Juan Bosch. También, demuestran que el presidente Medina cuenta con el apoyo de la otra mitad del partido.
Un acuerdo entre ambos grupos sería lo ideal para salvar la crisis en el PLD. Pero, ya los acuerdos en el partido de gobierno no tienen ningún valor. Si lo dudan, pregúntenle al diputado Demóstenes Martínez, quien para esta fecha debió asumir, hace rato, la presidencia de la Cámara Baja.
Si han notado, en el PLD nadie ha estado celebrando. Incluso, los que apoyaron a Gonzalo están a la expectativa de cuál será el rumbo del expresidente Leonel Fernández, tras la conquista de la candidatura presidencial de aquel Delfín principal que cuenta con el respaldo de la maquinaria del jefe de Estado.
Los peledeístas tiene bien establecido dos cosas. Primero, que Leonel Fernández tome la decisión de formar tienda aparte o que en el proceso electoral venidero se quede inerte. Cualesquiera de las dos medidas son mortales para el PLD mantener el poder más allá del año 2020. Porque todo parece indicar que en el PLD no es verdad que con cualquiera se gana.
Al ver invertido los papeles, es preciso recordar, como lo hacía el otrora opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD), de que “solo el PRD destruye al PRD”. ¿Solo el PLD destruye al PLD?.