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El Clásico Mundial de Béisbol ha sido un evento exitoso, sin embargo al igual que otros eventos relacionados a las Mayores, no cuentan con el respaldo total de esa institución o se realizan fuera de tiempo.
Si nos vamos a las Ligas Menores, se ha hecho de todo para que los equipos de Grandes Ligas traten a sus jugadores de las Menores como seres humanos. Se les ha mejorado los salarios y condiciones de vida a algunos, no obstante existe un entrenamiento extendido para los jugadores de Ligas Rookies.
Desde mediados de febrero hasta junio se realiza el entrenamiento extendido, hospedando a los peloteros en los complejos, pero reciben salarios de 70 a 240 dólares semanales, jugando seis partidos por semana. Si eso no es esclavitud, es lo más parecido.
A las ligas invernales del Caribe, antes el laboratorio por excelencia de MLB, se les ha puesto todo tipo de trabas para evitar que los jugadores talentosos participen en nuestro pasatiempo nacional. Con la diabólica fatiga extrema y la Arizona Fall League los gringos han tratado de socavar lo más posible los torneos caribeños.
Lo mismo se da con el Clásico Mundial. El establishment le coloca todas las limitantes a ese evento, anacrónico por demás. Mientras el Mundial de Fútbol se realiza tradicionalmente después que terminan los diferentes torneos de los principales países, las Grandes Ligas no permite que el mismo se realice después de la Serie Mundial, o en pleno torneo, si no antes del inicio de la temporada.
Uno ve el ¨Dream Team¨ de USA perdiendo de la selección de México o avanzando a cuartos de final venciendo a Colombia 3 por 2. Todos esos jugadores talentosos, al igual que muchos de los de RD, están fuera de forma, luciendo muy mal ante lanzadores que no han tirado más allá de Clase A o están fuera del béisbol organizado.
A MLB no le importa lo rentable del clásico, que ha puesto a Miami con lo de arriba para abajo, promediando más de 30 mil fanáticos por encuentros, incluyendo juegos por ejemplo de Venezuela o Dominicana ante Israel o Nicaragua al medio día.
La presencia de las selecciones de Dominican, Puerto Rico y Venezuela ha sido la envidia de un LoanDeport Park que se mantiene vacío durante toda la temporada regular, con la peor asistencia en 2022 (904 mil fanáticos en la temporada, 11, 165 por encuentro). En diez juegos del clásico asistieron 296 mil parroquianos (30 mil por desafío).
Las Mayores insiste en jugar en países inhóspitos para el béisbol como Inglaterra, pero no le da todo el respaldo a las Menores, las ligas invernales o a un Clásico Mundial que ha sido exitoso, pero realizado fuera de época y al final significa una distracción para el emporio de las Grandes Ligas.