El embajador de Venezuela denuncia lenidad de las autoridades en los incidentes de Madrid

Los incidentes ocurridos en la noche de este jueves a las puertas del Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela en Madrid han puesto de manifiesto que la elevadísima tensión política que se vive en el territorio venezolano está trascendiendo las fronteras del país para convertirse en un asunto de importancia internacional. 

Unas 500 personas según algunas fuentes…o 200 según otras, en su mayoría venezolanos opositores al gobierno de Nicolás Maduro, increparon agresivamente a los asistentes al acto que se celebraba en el interior del centro cultura, que llevaba por título «Venezuela por la Justicia y la Paz a las víctimas de la guarimba y golpe continuado». Los manifestantes llegaron a insultar gravemente a las personas congregadas en el acto, y varios testigos, entre ellos el embajador de Venezuela en España, Mario Isea, aseguraron escuchar amenazas de muerte y temieron por su integridad física

En RT hemos entrevistado al propio embajador y a Vanesa Lillo, militante de Izquierda Unida, que también estuvo «retenida y «secuestrada» –según sus propias palabras– en el centro cultural. 

«Se nos asedió, se nos impidió salir libremente»

El embajador de Venezuela en España, Mario Isea, lamenta y critica que las autoridades españolas, en este caso, hayan «actuado con lenidad» y señaló la necesidad de «un operativo que garantizada realmente el libre tránsito, el ingreso y la salida de la gente». Ante la situación de indefensión en la que encontraba, nos explica cómo tuvieron que proceder. «Nosotros llamamos al gobierno. El embajador cubano también lo hizo, con la solidaridad de la embajadora de Bolivia, del embajador de Nicaragua y del embajador del ecuador y otros, que estaban muy preocupados, para que activaran los mecanismos del Estado Español, que está obligado, por la convención de Viena, a garantizar la seguridad de todos los diplomáticos residentes en España. Además la policía está obligada a garantizar la seguridad de los ciudadanos españoles que estaban allí, y de otros ciudadanos extranjeros que estaban allí, simplemente oyendo lo que víctimas de violencia estaban expresando».

El diplomático denuncia ante nuestras cámaras que llegó a escuchar los gritos de «¡El embajador al paredón!», por lo que considera que los manifestantes «se creen con el derecho que tenían los exclavistas cuando secuestraron africanos, o hitler con los judios o netanyahu con los palestinos…de manera que se creen con derecho a aplicar la pena de muerte«. 

«Es el colmo –sentenció Isea-: que además de que mataron a sus familiares en Venezuela, vengan aquí a amenazarlos, a molestarlos, y a perturbar el derecho a expresar su dolor y a llamar a la paz, porque lo que estaba ocurriendo ahí era un llamamiento a la paz, a que no haya más violencia ni más muertes por este motivo en Venezuela».

«Secuestrados y retenidos»

Por su parte, Vanesa Lillo, militante de Izquierda Unida y asistente al citado centro cultural, considera «intolerable la situación que se permitió, y explica que el evento al que asistió era «un acto para conocer la verdad y saber quienes son las verdaderas víctimas, y no lo que los grandes medios de comunicación, con intereses y multinacionales están contando«. Nos cuenta también que más tarde se encontró con que «no podíamos salir, nos encontrábamos secuestrados; la Policía nos dijo que no tenía instrucciones de actuar. No actuó de oficio cuando vio que se vulneraban los derechos de la ciudadanía». 

Lillo comparte con nosotros su percepción de la escena que vió en el exterior del edificio en el que se encontraba: «se leían carteles ‘por la paz, por la verdad, por la justicia, por el diálogo’…pero… escuchar lo que se escuchaba ahí fuera, esa violencia, ese odio, que se despedía de las personas que estaban allí afuera durante horas…Las únicas personas pacíficas que había allí éramos las que estábamos secuestradas y retenidas«.

Al final de su intervención en RT, el diplomático lamentó que «los medios de comunicación, que están cartelizados en una campaña satánica contra nuestro gobierno y contra los gobiernos progresistas del mundo». Les invitamos a ver la entrevista completa en el vídeo que ilustra este artículo. 

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