De la Columna SONAJERO: Una y otra

GRISBEL MEDINA R.
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La chikungunya nos ha marcado la vida a coletazos de fiebre, erupciones, extremidades quebradas por el dolor. Y ahora sopla el ébola desde África, desde el continente rico en diversidad cultural, pero ampliamente publicitado como ejemplo de pobreza, dolor, muertes, en fin, malas noticias.

Periodista Grisbel Medina.
Periodista Grisbel Medina.

El mundo está cada vez más circular y la pobreza sigue siendo, a decir del doctor Ricardo Nieves, la forma de violencia más grande que una población pueda padecer. La miseria es también un vehículo que acomoda patologías sencillas y severas. Una gripecita o diarrea en un cuerpo desnutrido es tan letal como un cáncer de páncreas o el carcinoma uterino.

Las enfermedades avanzan y el tiempo en morir lo marca un poco qué cantidad de recursos tienes para recibir una atención menos precaria. Un seguro médico ya no es garantía de nada, pero no tenerlo complica las cosas. El hambre monetaria convirtió la salud y las vacunas en una mercancía, en un artículo de lujo. Lastimosamente, si no tienes un enllave en un centro médico, te mueres esperando la ansiada mirada compasiva de un especialista.

El VIH encendió la alerta y el cáncer avanza sin que hasta la fecha se aviste un derrumbe del afán mercurial de las industrias farmaceúticas. En mi país, el presidente del directorio del Partido Reformista Social Cristiano y suplidor del Estado, José del Carmen Cruz, está preso por falsificar el etiquetado de medicamentos. De comprobarse la acusación, será condenado este hombre por la cantidad de personas que murieron al consumir medicinas viejas, con sello adulterado.

Chikun, ébola, precariedad sanitaria, pobreza, miseria, afán de lucro. Nos aprisiona la barbarie del sálvese quien pueda.