Crisis siria arroja una sombra sobre la Asamblea General de la ONU

ANDRÉ VIOLLAZ

NUEVA YORK. AFP. Más de 120 jefes de Estado, Primeros ministros y ministros se reúnen en Nueva York desde el martes próximo para la 67a. sesión de la Asamblea General de la ONU, donde el caso de Siria será un tema insoslayable.

Nubes de humo se elevan durante un ataque con obuses contra la localidad de Rastan, en la provincia de Homs, en Siria, de acuerdo con esta imagen del viernes 21 de septiembre de 2012 difundida por la Red Noticiosa Shaam. Foto AP/Shaam News Network, vía AP video.

 

La oleada de violencia en el mundo árabe contra un filme islamófobo o el estancamiento sobre el tema nuclear iraní, entre otras crisis, alimentarán también los discursos y conversaciones durante este choque diplomático, durante el cual Barack Obama se cruzará con el iraní Mahmud Ahmadinejad y el israelí Benjamin Netanyahu lo hará con el presidente palestino Mahmud Abbas.

El drama sirio figurará en un lugar destacado en los discursos, pero también lo será al margen de la Asamblea. Una sesión ministerial del Consejo de Seguridad será dedicado el miércoles a analizar la Primavera Árabe. «Estoy seguro que los ministros se expresarán sobre Siria» en esa ocación, destacó un diplomático del Consejo.

Los amigos de Siria, un grupo de países occidentales y árabes que apoyan a los opositores del presidente Bashar al Asad, se reunirá el viernes para evaluar los medios para unificar a esa oposición y preparar el periodo post Asad.

«Extrañamente, todo el mundo pensará en Siria, hablará sobre Siria, pero no se prevé ninguna decisión, ningún gran progreso» durante la Asamblea, comentó un diplomático.

Recordó que el Consejo de Seguridad está paralizado por Moscú y Pekin, que han rechazado todas las iniciativas occidentales de hacer presión sobre Damasco: «Por el momento, la suerte de Siria no se decide en Nueva York, sino sobre el terreno, por las armas», añadió.

Quedan los numerosos encuentros bilaterales que la ocasión de la Asamblea permite organizar en terreno neutral. Pero Rusia y China no estarán representados en Nueva York más que a nivel ministerial y el Primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, cuyo país recibe a millares de refugiados sirios, no asistirá a la Asamblea.

Estancamiento flagrante del tema nuclear iraní. El secretario general de la ONU Ban Ki-moon espera que el mediador internacional para Siria Lakhdar Brahimi tenga lista para proponer «una estrategia» de salida a la crisis. Brahimi informará el lunes al Consejo de Seguridad sobre su primera visita a Damasco. Por el momento, destacó un diplomático occidental, «él se encuentra dispuesto» para el caso improbable de que ambos campos decidan negociar.

El estancamiento es flagrante también sobre el tema nuclear iraní, con el trasfondo de amenazas israelíes de lanzar ataques preventivos. La jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton rendirá cuentas el jueves sobre sus contactos con Teherán en el grupo denominado «5+1» (Reino Unido, Francia, China, Rusia, Estados Unidos y Alemania).

«No es seguro que se pueda ir más allá que el fuerte mensaje» dirigido recientemente a Irán por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que denunció las actividades iraníes de enriquecimiento de uranio, estimó un diplomático de uno de esos seis países. Rusia ya advirtió que reafirmará su oposición a que se apliquen sanciones contra Teherán.

Los occidentales sospechan que Irán busca dotarse de un arma atómica bajo la cubierta de un programa nuclear civil, un hecho que Teherán desmiente.

Los países de la Organización de la cooperación islámica (OCI) deben por su lado discutir el viernes en Nueva York las consecuencias del video islamófobo que desató una ola de violencia en el mundo musulmán.

Su secretario general, Ekmeleddin Ihsanoglu, aspira a que los dirigentes reunidos en Nueva York «destaquen que es responsabilidad moral de todos (…) no insultar ‘a otro’ en sus valores más sagrados».

En una declaración a la AFP, Ihsanoglu también llamó a «romper el círculo vicioso de la provocación y la reacción violenta».

El presidente francés François Hollande participará por su lado el miércoles en una conferencia sobre el Sahel, donde la presencia de grupos vinculados a Al Qaida inquieta a la comunidad internacional. La reunión debería desembocar en un anuncio por la ONU de una estrategia regional combinando la lucha contra el terrorismo y el tráfico de armas, asistencia humanitaria y ayuda para el desarrollo.