CRD llama dar paso a la unidad, al desprendimiento y la confraternidad para transformar a RD

José Alfredo Espinal

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 San Francisco de Macorís.- El Consejo Regional de Desarrollo (CRD), llamó a las familias dominicanas y demás  instituciones del país, a asumir como tarea prioritaria la unidad, el  desprendimiento y la confraternidad, para consolidar en esta nación entornos que garanticen la paz, la seguridad ciudadana y el desarrollo sustentable.

Sostiene que se debe tomar como punto de partida las fiestas navideñas y la llegada del nuevo año, alejado de los sectarismos y los egoísmos.

Asimismo,  el organismo de desarrollo entiende que para lograr la meta y la tarea que propone, es de  importancia que las dirigencias políticas y sociales en todas sus instancias, procuren acoplarse al cambio de mentalidad y visión.

Considera que en estos tiempos se requiere con urgencia la unidad de los dominicanos y sus instituciones,  para enfrentar con  eficiencia la crisis de valores y demás males  que afectan y estacan a nuestro Estado .y la sociedad dominicana en su conjunto.

La entidad, que tiene entre sus principales ejecutivos a Monseñor Jesús María de Jesús Moya, Ysòcrates Peña Reyes,  Rafael Acevedo Pérez, Héctor José Rizek, Gustavo Olivo Peña  y a Monseñor Alfredo de la Cruz, ve que para un rumbo idóneo para lograr el referido propósito, se impone reflexionar.

 Sobre los malos frutos que dice han arrojado los sectarismos y egoísmos,  al contraponerse a la ruta que debe tener  el buen cristiano y a las normas correctas por las cuales se deben regir  el bienestar personal y el colectivo.

En tal sentido, el CRD, según una nota, asume que debemos entender que así como el egoísmo constituye el peor enemigo de la existencia del amor y la unidad en las parejas y las familias, la práctica del mismo en los estamentos estatales y en nuestras instituciones es improductiva, por sumergir al ser humano en la irracionalidad y los sentimientos infecundos.

También señala, que nuestra nación hoy más que nunca necesita que hagamos un examen de conciencia, además, que reflexionemos en torno a nuestro futuro y las responsabilidades que cada uno debemos asumir, para dotarnos de la sabiduría y el desprendimiento, que faciliten la canalización correcta de los proyectos y metas que urgimos, pro edificar una mejor sociedad dominicana para las presentes y futuras generaciones.

Añade que para erradicar los males que afectan al país, hay que propulsar la renovación y transformación que  urgimos, soportándola en la vocación de bien y el bienestar para todos, dentro de un proceso que para ser exitoso,  necesariamente deben participar jóvenes y viejos, pobres y ricos, el campo y la ciudad.

Concluye su petición, llamando a los sectores gobernantes y a todas nuestras entidades, asumir los lineamientos que sugiere, por ser vital el marco de la unión y la confraternidad, para proveernos de los soportes necesarios, para planificar y reivindicar sobre bases firmes, el progreso y desarrollo que requieren los dominicanos y dominicanas.