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SANTIAGO, RD.- Al arribar al primer año de gobierno del presidente Luis Abinader, los dirigentes del PRM que ocupan funciones públicas en esta ciudad deben tratar de ponerse en sintonía con la base del partido y con aquellos sectores que de una u otra manera contribuyeron al triunfo en las elecciones pasadas.
Uno de los principales fallos que más molesta a los dirigentes y militantes del partido de gobierno es sentirse excluido por quienes hoy son los que presiden las principales plazas oficiales.
Hay funcionarios del gobierno en esta ciudad que, a pesar de tener el filo de la navaja al cuello, aún se muestran renuentes a tomar una llamada o recibir en su despacho a los responsables de que hoy estén ocupando un puesto en el tren gubernamental.
Es un secreto a voces las quejas de los perremeístas que buscan empleos para ellos o algún pariente que “se mató” en campaña buscando votos para el triunfo de Luis Abinader y Raquel Peña.
Lo más extraño de todo, afirman, es que mientras las plazas de trabajo no están disponibles para quienes se fajaron en campaña, para los parientes, relacionados y amiguitos si fue posible conseguirle el empleo. Peor aún, hay funcionarios de cierto nivel que se encariñaron más con los peledeístas que deseaban que ganara Gonzalo Castillo ya que decidieron dejarlos en el mismo puesto, pero los del PRM siguen como el chinero…
A partir del 16 de agosto del 2021 el PRM deberá dar otro giro, porque de lo contrario, las promesas que ofrezcan durante la campaña del 2024 deberán quedarse con ellas. Si en el poder no responden, pues, no vale la pena volver a darle el apoyo nuevamente, ese es, sin duda, el discurso de la mayoría de los perremeístas que tienen un año esperando, mientras los del PLD siguen en la “ñoña”.