Coraje del presidente Abinader

José Alfredo Espinal

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Santiago, RD.- Pocas veces, por diversas razones, un presidente dominicano había tomado una posición firme y con responsabilidad acerca de la realidad migratoria, la relación comercial y social  con el vecino país de Haití.

Después del ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, fue el profesor Juan Bosch, en el año 1963, con el asalto a la Embajada Dominicana en Haití, quien llegó a manifestarse con gallardía y en el marco del derecho soberano como jefe de Estado ante una afrenta del régimen haitiano.

El presidente Luis Abinader, con apenas un año y dos meses en el gobierno, ha logrado lo que muchos en décadas ni siquiera se han acercado. Plantear posición firme y con coraje ante una realidad histórica con aquellas personas con quienes nos ha tocado compartir la isla.

En su decisión para adecentar la situación migratoria y defender la soberanía nacional, el mandatario dominicano está dispuesto hacer todo lo necesario, amparado en la Constitución, las leyes y respetando los derechos humanos.

Abinader ha solicitado la intervención de la comunidad internacional y ha llamado a los diferentes sectores nacionales ante una realidad de amenaza que el país enfrenta debido a la crisis social, política y económica en Haití, que se ha agudizado luego del magnicidio contra el presidente.

Es el momento de apoyar como nación, como sociedad, todas las iniciativas del Gobierno dominicano para defender nuestro territorio, asegurar la paz y tranquilidad y conservar la democracia que por décadas hemos vivido, amén de enfrentar nuestros propios problemas cotidianos.