Brillante jornada…

Domingo Hernández

Es cierto que no se estableció ningún precedente con la coronación invicto del equipo de Repùblica Dominicana –Aguilas Cibaeñas- el pasado sábado –madrugada del domingo- en la Serie del Caribe, sin embargo esto en nada resta valor a la brillante jornada cumplica por nuestro representativo en la justa.

Todo lo contrario, enaltece y prestigia aùn màs el bèisbol domèstico. Cabe recordar que la primera vez que un equipo dominicano, en aquella ocasión Tigres del Licey, ganò invicto un clásico caribeño, ocurrió en 1971, en Puerto Rico, con Manuel Mota, como mànager y jugador  al terminar con rècord de 6-0.

Posteriormente, en 1998, en Puerto La Cruz, Venezuela, las Aguilas Cibaeñas, con Tony Peña como dirigente, también ganaron de manera imbatible el título de campeón al concluir con 6-0, por sòlo citar dos ejemplos.

Esta vez, con Fèlix Fermìn, como timonel, las Aguilas de Dominicana, volvieron a reeditar la historia  y lo hicieron de manera contundente, aùn con las dificultades que debieron enfrentar ante una oposición que resultò altamente difícil en la mayoría de los juegoy con la amenaza latente del fantasma del  COVID-19.

En efecto, la competencia en esta 63 ediciòn del certamen resultò de alto nivel y esto quedó evidenciado en cada uno de los partidos que fueron celebrados, los cuales, en su inmensa mayoría concluyeron de manera cerrada. Los juegos abiertos escasearon, lo que refleja lo bien estructuradas que estuvieron las franquicias que representaron a los seis  países presentes.

Incluso, Colombia, con su conjunto, Caimanes de Barranquilla, que no pudo ganar un partido, en cada una de sus salidas al diamante dio la batalla hasta el final y no resultò rival fácil en ningún momento. Cabe recordar al respecto aquel juego que presentò a Dominicana.

Esta competitividad, fortalecida con la presencia de  una buena cantidad de jugadores de Grandes Ligas como hacìa tiempo no se veìa  en este tipo de evento, dio un  mayor profesionalismo, vistosidad y espectacularidad al certamen y consecuentemente, un mèrito superior a la gloriosa  hazaña alcanzada por el equipo dominicano.

Fue, sin lugar a dudas, una temporada y un año histórico para las Aguilas Cibaeñas, en lo particular, y para la Repùblica Dominicana, en sentido general.

En la pelota domèstica, lograron clasificar luego de una ardua tarea, en la semifinal y la final, vencieron a sus respectivos rivales, Toros del Este y Gigantes del Cibao, viniendo de atrás, en condiciones hostiles y cuando no eran favoritos en ambas ocasiones. Finalmente, cerraron su accionar con un 7-0 que pasarà a la historia como una de las màs grandes proezas en Series del Caribe.

Es decir, después de un duro trajinar sumaron su corona 22 en el país, la sexta en la llamada Serie Mundial del Caribe, mientras su dirigente, el laureado y caballeroso Fèlix Fermìn, su sexta aquí y la cuarta allà. En otras palabras, un año perfecto para un equipo  y un dirigente que parecieron predestinados al éxito y que, a la postre, lograron en buena lid. Nuestras màs sinceras felicitaciones a todo a quienes integraron  este gallardo conjunto, orgullo de Santiago, el Cibao, el país…Y màs allà. Ahora a celebrar merecidamente de manera muy especial, acorde a los tiempos, con comedimiento y respeto absoluto a los lineamientos de salubridad establecidos para que no haya consecuencias que lamentar…!Y que sigan los éxitos! PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:Pocos lo recuerdan, pero Gerónimo Berroa fue escogido Jugador Màs Valioso en dos ocasiones consecutivas en Series del Caribe (1990 con Escogido, 1991 con Licey). ¡Suena la campana! ¡Climmp!