Domingo Hernández
Por largos años el boxeo olímpico cubano dominò universalmente este deporte.
En Juegos Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos, olìmpìadas y mundiales de boxeo, Cuba siempre solìa asumir el liderato e incluso lo hacìa de manera contundente, ganaba con amplio margen.
Incluso, todavía en términos de cantidad de medallas històricamente, los boxeadores cubanos han ganado màs que cualquier otro país en Juegos Olìmpicos específicamente.
No obstante, con el paso del tiempo, la escuadra nacional cubana registró un proceso de transición y la calidad, como era lógico suponer, descendió y entonces, los asiáticos y los europeos, muy en especial los rusos, asumieron la supremacía la que hasta ahora han mantenido.
Empero, en los últimos tiempos el pugilismo cubano ha logrado una notable recuperación y de poco años acà han ido buscando su lugar en aras de rescatar la supremacía.
El seleccionado antillano se ha estado preparando en Mèxico, con miras a las venideras Olimpìadas Tokio 2020, en donde lleva un buen tiempo concentrado. El pasado viernes ocurrió algo histórico en la localidad de Aguascaliente, en donde los boxeadores cubanos sostuvieron un intercambio amistoso frente a nada màs y nada menos que, ¡pùgiles profesionales!.
Asì como lo leen. Los cubanos, que en realidad nada tienen que envidiarle a un profesional, intercambiaron frente a profesionales y aunque usted pudiera sorprenderse, ellos ganaron el intercambio, pues la mayor parte de sus representantes lucieron superiores a los aztecas.
Denominado “Los Domadores de Cuba” el representativo de la màs grandes de las Antillas estuvo representado en buena medida por pugilistas con experiencia internacional en certámenes de relieve, como olìmpìadas y mundiales.
Tal es el caso de Roniel Iglesias,quien ya fue medallista de oro en las Olimpìadas de Londres 2012 y dos veces campeón Panamericano, uno de los de mayor experiencia del grupo,además de Julio Cèsar La Cruz, un crucero de gran clase y tambièn medallista de oro en Rio 2016, Arien Lòpez, oro en Rìo 2016, Joel Feliciano Hernàndez, supermediano -168 libras-, Josbani Veitìa Soto, otro veterano, Làzaro Alvarez Estrada, campeón mundial en peso gallo en Bakù, y la nueva sensación del pugilismo olímpico antillano, el peso ligero Andy Cruz Gòmez, campeón en el mundial de Ekaterimburgo.
Todos ofrecieron muy buenas demostraciones en un intercambio que, para ellos, tiene enorme valor con respecto a lograr las mejores condiciones en su proceso de preparación para Tokio 2020.
Incluso, después de concluir su permanencia en suelo azteca, la escuadra cubana proyecta visitar a Holanda, en donde también se concentraràn por varios días para luego regresar a Cuba y posteriormente partir a Tokio de manera definitiva.
Asì las cosas, resulta evidente el hecho de que los cubanos en Tokio 2020 iràn por sus fueros, en interés de volver a la cima del boxeo olímpico y,probablemente, permanecer en ella por un largo período como lo hicieron en el pasado.
Y conste, esta disciplina, de enorme tradición en la isla, ha sido siempre el “buque insignia” del deporte cubano en todos los eventos internacionales de importancia –el bèisbol y el voleibol femenino, que una vez fueron fuertes, no han tenido la misma consistencia-.
De ahì la alta posibilidad de que Cuba vuelva de nuevo a reinar de manera sòlida en todo el orbe pugilìstico en el plano olímpico. Y Tokio 2020 podrìa servir como una especie de “anticipo” con respecto a esta probabilidad, conforme a los resultados que se logren obtener. Ya veremos. Estèn atentos.PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: A propósito, el boxeo cubano ha logrado un total de 73 medallas en Juegos Olìmpicos, con 37 de ellas de oro, 19 plata y 17 bronce. Teòfilo Stevenson es considerado el màs grande boxeador olímpico de Cuba, quien ganó tres medallas de oro en olimpìadas (Munich 1972, Montreal 1976 y Moscù 1980). ¡Suena la campana! ¡Climmp!