El presidente austríaco Alexander Van der Bellen presidió la ceremonia en el Palacio Hofburg de Viena.
La policía dice entre 5,000 y 6,000 la gente asistió a una manifestación contra el nuevo gobierno en la plaza Heldenplatz frente al palacio.
Con pancartas como "No dejes que los nazis gobiernen", los manifestantes incluyeron grupos de mujeres y partidos de izquierda. La policía austríaca dijo en un tweet que algunos misiles "pirotécnicos" fueron arrojados por manifestantes
"Después de tirar varios objetos pirotécnicos, se les pide que dejen de hacerlo", dijo la policía.
Aun así, las protestas fueron silenciadas en comparación con la última vez que la extrema derecha ingresó al gobierno en Austria en 2000, cuando las protestas casi paralizaron la ciudad alpina.
Entonces, la Unión Europea también impuso sanciones a Austria para protestar por la presencia de la extrema derecha en el lugar de nacimiento de Adolf Hitler.
Hasta ahora la respuesta de los socios de la UE en Austria ha sido silenciada.
El programa del nuevo gobierno incluye promesas de detener la inmigración ilegal y reducir los impuestos, así como oponerse a la integración política y económica de la UE.