Apostemos a Educación y apoyemos nuestras autoridades

POR WENDY CARRASCO DE ARISMENDY

SANTO DOMINGO. Últimamente está de moda que para estar en la palestra pública o simplemente para ganar adeptos en las redes sociales, tomamos la tendencia de ir siempre en contra de la corriente, sin ser crítico, analista e investigar el porqué de las acciones y decisiones que toman nuestras autoridades, en especial las que competen al Ministerio de Educación.

Es por esta razón, que en el preludio de la noche cuando nuestro cerebro se comienza a enfriar, medito en lo abrupto que ha sido el cambio en el proceso de enseñanza-aprendizaje, permitiendo esto que se acelerara modalidad de la educación a distancia que bien «distante estaba de nosotros» antes de que esta pandemia nos sorprendiera.

El ministro de Educación, Roberto Fulcar, pese a que muchos en principio, dudaron de su capacidad para enfrentar las problemáticas, retos y realidades del sistema educativo dominicano en medio de una cuarentena, confinamiento y todas las medidas políticas, sociales y económicas que excepcionalmente adopta un paìs en estado de emergencia, ha demostrado su vocación y pasión por la educación.

Algunos dirán… Bueno, es lo propio en un Ministro de Educación responder a cada una de las necesidades que conllevan sus funciones, pero sabemos que no es lo mismo «llamar al diablo, que verlo llegar», quizás otro en su posición habría abandonado, pero no es así, el maestro ha asumido con responsabilidad cada reto, trayendo respuestas significativas y esperanzadoras a los actores del sistema educativo.

¿Por qué esta afirmación? Al funcionario asumir el cargo, también recibió toda la ansiedad, miedo, pánico e incertidumbre de un pueblo que no sabía qué hacer con los estudiantes en casa, y sin experiencia en términos de educación a distancia o digital.

Rápidamente el Ministerio asumió su rol gestor y el país se embarcó en un proyecto interesante, y uno de estos ejes fue la Capacitación a los docentes: Desarrollo de competencias Tecnológicas.

Por otro lado, los maestros hicimos «magia» hasta con nuestros propios recursos al término de un año escolar lleno de incertidumbres para comenzar otro  de manera acelerada, pero esta vez haciendo pininos en el uso correcto de las Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC) y su implementación en la educación.

De la crisis se ha sacado lo mejor. Los docentes, que no somos dados a estar elogiando a otros, nos hemos sentido complacidos y bien representados por los «modelos» que forman parte de este engranaje de la educación a distancia con sus excelentes ponencias educativas a través de los diferentes medios de comunicación y las redes sociales.

Un año después de la pandemia, el Ministerio de Educación junto a otras instituciones, como Salud Pública, avanza en los preparativos del retorno gradual y seguro de las clases semipresenciales en 48 municipios.

Considero que debemos ser optimistas y apoyar a nuestras autoridades a volver la armonía, tranquilidad y seguridad de las familias que forman parte del sistema educativo de la República Dominicana, siguiendo las medidas protocolares y sanitarias que amerita este delicado proceso de reintegración a las aulas.