Anderson Hernández: “me iban a quemar vivo si jugaba con las Águilas”

Dionisio Soldevila

 

Dice desistió de jugar con Águilas tras recibir amenazas de muerte de fanáticos del Licey.

 

SANTO DOMINGO (AP). El intermedista Anderson Hernández desistió de participar con las Águilas Cibaeñas en la ronda semifinal del béisbol invernal dominicano luego de recibir amenazas de muerte de fanáticos de su equipo original, los Tigres del Licey.

Anderson Hernández llegó a practicar con las Águilas.

“Me llamaron y me dijeron que si me ponía el uniforme de las Águilas me iban a quemar vivo”, dijo Hernández a The Associated Press. “Yo tenía la intención de jugar, pero así no se puede”.

Hernández pertenece a los Tigres del Licey, que fueron eliminados en la ronda regular. El formato de la Liga Dominicana permite que los jugadores de los equipos descartados sean seleccionados en un sorteo.

Las Aguilas y el Licey son los mayores rivales de la pelota dominicana y ambos equipos comparten 20 coronas en el liderato de toda la historia.

El presidente de las Aguilas, Winston Llenas lamentó la situación y dijo “en mis 50 años en el béisbol lo he visto todo, nada me sorprende”. Hernández fue sustituido en la nómina de las Aguilas por el infielder Leury García.

Llenas dijo que las Aguilas se reservaban el derecho de demandar a Hernández por violación de contrato ya que tenía un acuerdo firmado con el equipo.

“Si me sancionan, voy a asumir mi responsabilidad. Es mejor perder una temporada y no a mi familia”, dijo Hernández.

El vocero de la policía dominicana, general Máximo Báez Aybar, dijo que no había recibido una denuncia formal de parte de Hernández aunque se había enterado de las amenazas por las redes sociales.

“Hasta ahora no tenemos reportes escritos de que haya habido una denuncia sobre amenazas a Anderson Hernández. Estamos tratando de contactar a Anderson para que haga formal su denuncia y así poder identificar a quién le amenazó”, explicó Aybar.

Hernández admitió que no había hecho una denuncia formal ni a las autoridades policiales ni a la oficina de Grandes Ligas. En el 2012 jugó en la sucursal de AAA de los Piratas de Pittsburgh.

“Una amenaza a cualquier pelotero de una organización lo tomamos muy en serio, investigamos y tenemos gente que se encarga de eso. No hemos recibido nada oficial de Anderson. El próximo paso es comunicarnos con oficiales de la liga para ver en qué está el caso”, dijo Joel Araujo, enlace de la oficina del comisionado de Grandes Ligas con las ligas del Caribe.